Capítulo 15

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Llevamos unas dos horas de camino y no han sido para nada aburridas. Demián se ha encargado de que no borre mi sonrisa en todo este tiempo, incluso me duelen un poco los cachetes de tanto sonreír. Un dolor bastante agradable.

Me ha contado un poco de lo ha que sido su vida, en dónde ha estudiado, a dónde ha viajado, lo que no le gusta de aquellos lugares entre otras cosas. Por mi parte no había mucho que decir, así que se encargaba de preguntar cosas muy sencillas.

Llegó el momento en que nos alejábamos de la urbanización.

—¿Debo empezar a ponerme nerviosa?. -Me acomode en el asiento.  El soltó una risa.

—Tranquila, estamos a unos veinte minutos de llegar. -Volteo a verme unos segundos. -Nunca te haría daño As.

—Lo sé. -La incomodidad que sentí se esfumó al colocar mi mano sobre la suya que se encontraba en el volante.

Tal como Demián había dicho, veinte minutos después, estábamos en la "nada", había dado una vuelta en medio del bosque que inmediatamente me percate que había una entrada a un cierto parque.

Wow.

Todo a nuestro alrededor estaba adornado de Nieve. Desde unos kilómetros atrás, se veía la nieve pero, en esta entrada y esta vista, se veía increíble.

En lo alto los árboles apenas y se veían debido a la neblina, tenían polvo blanco en todas sus ramas, osea, la nieve.

Era una vista increíble, jamás había visto algo como esto.

—¿Y?. ¿Te gusta?.

—¡¿Qué si me gusta?!. ¡Me encanta!.

—Y todavía falta por ver.

Yo no hacía nada más que admirar extasiada mi alrededor. Demián dejo estacionado el auto a un lado de la entrada, había unos tres autos más estacionados.

Una vez que se detuvo no espere a que abriera mi puerta como de costumbre, salí y la cerré para admirar más de cerca todo.

Unas manos en mi cintura me detuvieron.

—Quieta pequeña, Qué te tengo varias sorpresas. -Susurro Demián haciendo que me recorrieran fuertes escalofríos.

Me voltee y coloque mis manos n su nuca, el poso las suyas en mi cintura, ambos sonreímos sin decir nada. No había nada que decir, transmitimos lo que sentimos mediante miradas y besos. Sentía que me perdía en su mirada, no había día en que no aumentara mi fascinación por sus ojos verdes.

Le di un beso casto y me separé de el.

—¡Y que esperas para mostrarmela!

El río nego con su cabeza.

Se acercó y entrelazó nuestras manos. Sus manos, a comparación de las mías, estaban calientes, su nariz estaba roja y la mía supongo que estaría igual.

Demián saludo a la chica de la entrada amablemente y yo hice lo mismo. Entramos y había un especie de camino de madera que nos iba guiando mostrándonos unas vistas maravillosas del bosque, incluso llegamos a ver uno que otro animal.

Nos tomamos varias fotos con su celular, y bueno yo aprovechaba su distracción para tomarle fotos, una vez que me cacho me quito el celular y ahora fue su turno de tomarme fotos desprevenida.

Hubo muchas risas de nuestra parte, la poca gente que estaba ahí, nos veían divertidos.

Pasamos por una que otra cabaña donde nos podíamos hospedar, hasta que llegamos a una pero de comida, habíamos caminado entre una o dos horas tal vez, y teníamos hambre.

Inefable © | CompletaWhere stories live. Discover now