Capítulo 23

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Sentía como Martha, Robert, Edgar, Jess y sorprendentemente Lisa. Me daban palabras de aliento, querían que siguiera que luchará por mi vida, no quería hacerlo, estaba demaciado cansada como para luchar, pero, cuando Demián entró y me dijo todo aquello, no pude decir que no.

Solo ha pasado un semana, en esa semana lo único que he logrado hacer es abrir los ojos y decir una que otra palabra. ¡Dios, me sentía tan exhausta con solo decir cuatro palabras!.

Cuando Demián tomaba mi mano y la llevaba a su boca dándole un tierno beso, parecía que no existía nada más que nosotros dos, no quería que el momento terminará, y el tampoco.

Por lo regular  el prolongaba nuestras platicas, el me contaba como estaban, que habían hecho todo este tiempo que estuve, desaparecida. El amor que los ojos de Demián reflejan cuando me ve, me hace querer seguir luchando por mi vida, no solo lo hago por si no, por volver a ver a mi hermano y a mis pequeños, Abel y Kira. Escuchó a Jess decirme lo bien que les está llendo en el restaurante pero también debido a eso tuvieron que contratar a más personal, cada día que Lisa viene, me pide disculpas por la manera en que se comportaba y que si quería ver a su hermano feliz tenía que recuperarme.

Martha y Rober solían platicarle que Abel y Kira no dejaban de preguntar por mí. Les insistí de que a pesar que ya tengo "mejor aspecto", no los trajeran. Ellos aún así siguieron hablando de ellos y diciéndome cuanto querían que me recuperará.

Edgar, bueno, prácticamente nadie lo sabe pero, cada vez que entraste a verme no puede evitar llorar de frustración al no poder evitar todo lo que pasé.

—Tranquilo.....solo.....tengo que.....comer más..... -Le había dicho yo con trabajo.

—¡Es que no entiendes!. Si yo hubiera estado ahí para ti tu no estarías en éste estado y hubiera perdido...... -El se cayó de golpe evitando mi mirada. Por más que insistí el se negó a decirme.

—Aún no es tiempo. -Decía evadiendo mi pregunta.

Desde entonces se limita a decir ciertas cosas. No soy tan despistada como para saber que todo mundo me oculta algo, y eso me intriga y fastidia a la vez.

Mi recuperación iba a depender de mi, si lucho, avanzare, si no, decaré puesto que tengo anemia. Según me dijo el doctor Francisco la anemia es la carencia de la cantidad correcta de glóbulos rojos, algo de la sangre.

Debido al tiempo en que pase en la calle sin comer, está se disparó de una manera alarmante. También dijo que hubo otro especie de problema pero que con el tiempo me lo dirá. No tuve opción más que aceptar.

🔗🔗🔗🔗

Ha pasado un mes desde que estoy en el hospital, según el doctor me he recuperado bastante comparado a otras personas. Demián viene del diario a hablarme de su día, de como han estado los demás ya que también tienen cosas que hacer pero eso no impide que de vez en cuando vengan a verme.

—..... pero, no sabes cuánto te hecho de menos en casa. -Dijo Demián tratando de darme un beso en los labios pero yo voltee mi cara. -¿Qué sucede?.

—El hecho de que luche por.....mi vida, no significa que nosotros..... -No necesite decir más pues el frunció su seño confundido.

—As....pe...pero tú y yo...

—No Demián.....yo....si, te amo.... Pero estoy dolida, aquella vez, pudiste elegirme. Pero no lo hiciste, dudaste de tus sentimientos hacia mi y.......yo...yo no puedo. No por ahora. -Dije con la vista nublada por las lágrimas.

—Mi amor, se....se que debí elegirte, fue mi más grande error, pero te amo, te amo como nunca amare a alguien más. Sé que no podrás perdonarme así de fácil pero, ganaré tu confianza de nuevo, eso tenlo por seguro.

Termino dándome un beso en la frente y saliendo de la habitación dejándome confundida.

Estuve pensando en a que se refería Demián, o más bien, que haría Demián para lograrlo.

Después de quemarme literalmente la cabeza pensando en todo ello, me quedé dormida.

(...)

—Tenemos que decirle. -Comencé a escuchar voces en la habitación.

—No ahora, apenas está saliendo adelante con su salud. Si ella supiera la otra causa de su estado, todo el esfuerzo se irá al caño.

—No es justo que se lo oculten, mientras más tiempo esperen, más fuerte será la impresión.

Esas voces......Edgar y Jess.

—Sea justo o no, no se lo diremos hasta que la veamos estable Jessica, ni se te ocurra decirle algo. -Dijo Edgar amenazando a Jess.

—¡¿Y tú quien te crees que eres Imbécil?!. ¡¡No eres nadie para amenazarme!!.

—¡Claro que lo soy!. ¡Es la estabilidad de MI hermana!. ¿Sabes que el decirle que perdió a un bebé podría alterarla?. -Dijo Edgar pero..... ¿Qué?...

Me había hecho la dormida para saber de que hablaban, sabía que lo que todos me ocultaban era grave pero, no de tal magnitud.

Dios mío, yo.... ¿Estaba embarazada?.

¿Perdí a un hijo mío y de Demián?....

Abri los ojos y me di cuenta de que ellos no estaban en mi habitación, estaban fuera de ella pero como la puerta estaba emparejada de escucho todo.

Las lágrimas corrían por mis mejillas, no me quedaría con la duda, no lo haría.

Me levanté quitando la mascarilla y una aguja que estaba en mi mano, no me importó el dolor o el cansancio. Comencé a caminar como una persona de la tercera edad, un vez que llegue a la puerta termine de abrirla y ví a Edgar y Jess mirándose enojados.

—¿Qué dijiste Edgar?. -Ambos me voltearon a ver de golpe y abriendo sus ojos como platos sorprendidos y nerviosos.

—As....no....yo....

—¿Estaba esperando un hijo?.... -Dije con un hilo de voz.

El sentimiento llegó a mi de golpe que comenzaba a sentirme anciosa y molesta.

—¡¡Dime!!. -Grite y el se sorprendió, nunca perdía la paciencia pero ahora....

No  puede ser, estaba esperando un hijo de Demián y yo no sabía.....

¡Mate a mi hijo dios mío!.

—Si.... -Susurró Jess y Edgar la miró mal.

—¡Y no pensabas decírmelo!

—Era lo mejor para ti. -Dijo Edgar.

—¡¿Lo mejor?!. ¡Tu no eres nadie para decir que si y que no es lo mejor para mí!. ¡Nunca me buscaste cuando tus padres me corrieron!. -El me miró dolido. -¡Es suficiente!!. ¡NO!. ¡YA NO PUEDO MAS!!. ¡AHHH!!.

Ya no podía controlarme y tampoco es que quisiera. Estaba cansada, estaba furiosa con todos por no dejarme ser feliz por una vez en mi vida. Solo quería que todo parará, que el dolor se detuviera.

—¡Astrid!. ¡¡Astrid!!. ¡Por favor cálmate!. -Edgar trataba de sujetarme pero yo no me dejaba.

—¡¡Doctor!!. ¡¡Doctor!!. -Jess gritaba para que el doctor Francisco viniera.

—¡¡NO!!. ¡¡SUÉLTAME!! ¡¡YA NO QUIERO!!. ¡¡NO QUIERO SUFRIR  MÁS!!. ¡¡HAS QUE PARE, HAS QUE PARE EL DOLOR!!. No más..... Ya no..... -Comencé a sentirme cansada después de que el doctor de acercara a mi e inyectara algo en el cuello.

Antes de caer dormida ví a Edgar y Demián mirándome preocupados y lágrimas corriendo por sus mejillas.

—No más dolor......

Y cai dormida.

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Lo siento, capítulo corto 😨

Esta historia ya casi termina 😨😭😭

Muchas gracias por leer mi historia, no se olviden de votar y comentar 😌❤

Saludos desde el Estado de México 💙😊

Inefable © | CompletaWhere stories live. Discover now