Capítulo 16

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Han pasado dos meses aproximadamente desde que conocí a Demián, mi novio. Han sido los mejores dos meses de mi vida, en tan poco tiempo ha sabido ganarse mi confianza y mi cariño. Lo que siento por él es tan fuerte y tan grande que no existen suficientes palabras para poder expresarlo de la misma manera en la que me siento.

Demián me hace sentir esa tranquilidad que hace años creí no volver a sentir con nadie y con nada, nunca podría agradecerle el hecho de aparecer en mi vida de una manera tan espontánea.

Kira y Abel están de lo más felices con Martha y Robert, Kira ya completamente acoplada con ellos al igual que Abel, tanto que ya les dicen mamá y papá. Estoy más que feliz por la oportunidad que se me ha brindado junto con Kira y Abel. En cuanto a mi hermano pues, al día siguiente de la cita que tuve con Demián, se presentó en el departamento con muchos dulces, siempre me han fascinado los dulces, así que volvimos a ser los mismos de siempre.

Por Demián me enteré que Ed está "saliendo" con Lisa, a quien he podido tratar mejor y me he dado cuenta que en verdad es una buena persona.

Me encuentro arreglándome para ir a trabajar. Me encanta la amabilidad con la que Jessica y Carlos, se han portado de lo mejor conmigo, incluso, puedo decir que Jessica es ya una amiga, he salido en lagunas ocasiones con ella, en cuanto a Nancy, no puedo decir lo mismo de ella, en cuanto puede hace comentarios que me hacen sentir mal, me pone el pie para que caiga cuando hay mucha gente, cosas tan insignificantes pero que en verdad me ponen mal.

Y en cuanto a mis estudios, estoy a punto de concluir el nivel Medio superior, estoy realmente feliz.

Una vez que termino de arreglarme tomo marcha hacia el restaurante.

En cuanto a mis pagos, se depositan semanalmente en la cuenta de Demián, si, no le gustó la idea ya que dijo que era dinero que yo me ganaba con esfuerzo, tarde un rato en convencerlo de que lo mío es suyo y lo suyo pues, suyo. "Discutimos" un poco de aquel tema pero logré convencerlo.

Salgo del edificio saludando al señor "P" e inmediatamente me subo al taxi que llame.  Le doy la dirección de dos calles antes del restaurante, abrieron un local de postres hace poco y muero por probarlos.

Llevo más de diez minutos a que el tráfico avance pero nada. Le pago al señor quien se disculpa.

—No se preocupe, puedo caminar.

Camino con una sonrisa hacia el puesto, el solo hecho de pensar en tener en mi boca esos postres.... ¡Dios!. ¡Tengo seca mi boca!.

Me detengo de golpe al fijar mi vista en el local, no porque este cerrado o haya mucha gente si no, por qué está Demián.......con una chica.

Trato de calmarme y dejar pasar la sensación de molestia. Debe ser alguna compañera del trabajo.

Es una chica pelirroja, pero, no de esas que están bañadas literalmente en pecas, no, incluso desde donde estoy puedo percatarme que tiene las suficientes como para verse muy bonita. Sus ojos son verdes y brillan de alguna manera cuando mira a Demián, trae una falda negra, una blusa corta blanca y unos tenis. Su cabello es lacio y lo tiene por arriba de los codos.

Ella se ve..... Nerviosa. Pero no por semejante hombre que tiene, son nervios de..... felicidad.

Por otra parte, Demián luce neutro aunque su espalda relajada me dice que está tranquilo. Están hablando tranquilos mientras comen de esos exquisitos postres que tanto quería. Entonces la chica coloca su mano sobre la de Demián que está en la mesa.

Siento un dolor en mi pecho al ver que el no aparta su mano y, le da una pequeña sonrisa. Mi respiración comienza a ser irregular.

Despegó un momento mi mirada de ellos y veo hacia mi derecha, reconozco la cabellera rubia de Jessica a lo lejos. Regreso mi mirada a Demián y la pelirroja.

Inefable © | CompletaOnde histórias criam vida. Descubra agora