Capítulo 14: Tequila, sal y limón Parte II

1.2K 117 31
                                    

Minseok sopló su flequillo que se le pegaba a la frente debido al sudor, parecía que todo el mundo se lo estaba pasando bien... incluso él estaba sonriente, lo cual ya era mucho más de lo que esperaba...

-Hola...

Sus pupilas se dilataron al oír aquel saludo, su corazón se desbocó y la vergüenza acudió a reflejarse en su rostro, tenía que superarlo, no podía culpar por mucho más tiempo a Jongdae por el malentendido con sus padres, había hecho el ridículo, eso estaba claro pero iba a tener que vivir con ello el resto de su vida, y para bien o para mal Jongdae formaba parte de su vida... aunque sólo tuvieran que ser amigos...

-Hola...

Jongdae se encontraba a su lado tan recto como el bajito y mirando al frente al igual que el pelinegro, el castaño se mostraba mucho más avergonzado por lo sucedido, bueno quizás había exagerado con lo de "mucho más" pero sin duda era un alivio pensar que él no se lo tomaba en broma y que no le había dejado indiferente...

-Una vez más Minseok, te pido perdón por la estupidez que hicieron mis padres.

Minseok se sonrojó hasta la raíz del cabello y sin cambiar la mirada le respondió suavemente.

-No fue tu culpa, de todos modos ya lo olvidé.

Pudo notar como Jongdae no dejaba de mirarlo, pensó en lo que le aconsejó Chanyeol para armarse de valor  y le cogió tiernamente las manos. Ni sus padres ni nadie iban a lograr que el sentimiento hacia el bonito pelinegro de mejillas rosadas desapareciera.

-Entonces, ¿ya estamos bien?

Minseok se sonrojó más al punto de confundirse con un tomate maduro, pensó en los padres del castaño, quienes aún se interponían entre ellos con fundamentos estúpidos de posición social... Pero al ver los brillantes ojos del otro y su sonrisa, mandó todo al diablo y lo abrazó, asintiendo.

-Ya estamos bien, Dae.

Ambos luego del abrazo se miraron sonriendo y se acercaron para darse un casto beso, en señal del amor que se tenían.

-O-

Podía saber que había música por el murmullo que llenaba sus oídos, también podía percibir que estaba rodeado de gente porque Chanyeol lo llevaba por un camino serpenteante, se mojó los labios con la lengua, sabía que tenía que detenerse, que aquello no era buena idea... pero... sus pies iban solos y su corazón latía violentamente, bastaba el roce de su mano sujetando la suya para que su cuerpo ardiera, tragó saliva mientras el nerviosismo y el deseo latían por sus venas.

-Espera un momento.

Baekhyun se detuvo tras Chanyeol frente a una puerta lateral casi inapreciable y visiblemente cerrada de una de las paredes del fondo de la sala. Lo vio sacar una especie de llave de su bolsillo y como giraba el pomo ¿Cómo tenía esa llave? Chanyeol se volvió y miró por encima de él, como si fuera un lugar prohibido, cosa que seguramente fuera al menos para él, pareció satisfecho, volvió a tomar su mano y lo introdujo adentro.

Los ojos avellana de Baekhyun no daban crédito, era una segunda sala... bueno más pequeña que de la que provenían, pero con barra propia y espacio para unas treinta o cuarenta personas.

-¿Qué es esto?

Preguntó mirando alrededor.

El alto se encogió de hombros y sacó dos pequeños vasos de licor.

-¿Tequila?

El peliplata asintió.

-No es bueno mezclar, y he visto antes que era lo que tomaban.

¡Como odio Amarte!Where stories live. Discover now