¿Entendiste?

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~Calle~

—Poché, ¿Está todo bien? —Se escuchó desde el interior de una de las habitaciones del primer piso.

La chica que me abrazaba me soltó exaltada.

—Ven —Me pidió tomando mis manos una vez más llevándome con ella hacia el interior de la casa para posteriormente tomar rumbo a las escaleras. No quise decir nada y solo decidí seguirla.

Al llegar al segundo piso fuimos a su habitación, cerró la puerta una vez estando las dos adentro.

—Permíteme solucionar un problemita que tengo y regreso, ¿Sí? —Pidió dejando un beso corto en mis labios.

Me quedé por unos segundos desconcertada ante eso, mi cabeza aun no asimilaba que estaba en la habitación con Poché.

—¿Está Madison aquí? —Pregunté por instinto. El hecho de que la rubia estuviera ahí no me hacía sentir bien. 

—No solo esta ella, también Micaela y Anne — Después de escuchar eso me sentí molesta si saber realmente por qué.

—Ya se van a ir, ahorita regreso, —Dio por hecho saliendo de la habitación.

~Poché~

Sali de la habitación algo preocupada, los efectos que mi sistema sentía estaban en pausa, tenía miedo y era una sensación extraña.

Calle había llegado a la casa y lo único que me ocurrió hacer fue dejarla encerrada en el cuarto, no quería que Madison notara su presencia ahí, tampoco quería que alguien más supiera que estaba por su seguridad más que nada.

—¿Poche? — Escuché que gritaron una vez más hacia las escaleras.

Baje con un poco de cuidado respondiendo a sus gritos.

—Tranquilas, todo está en orden —Me topé primero con Anne seguida de Madison.

—¿Quién era? —Preguntó esta última.

—Frank, me trajo algo que me dejaron en la entrada —Contesté buscando a Micaela.

—¿Cómo estás? — Me detuvo antes de que pudiera seguir caminando.

—Estoy bien —Dije soltándome de sus brazos.

—¿Si te relajó lo que tomaste?

—Si, ¿Dónde está Micaela? —Atendí preguntando por nuestra otra amiga quien no veía por ningún lado.

—Subió a ver si te encontraba —Respondió Anne con un vaso en las manos, seguía bebiendo.

—¿Subió? —Repetí alterada. La chica asintió ofreciéndole de lo que bebía a Madison; —Voy por ella —Avisé caminando a las escaleras aprovechando al tiempo que ambas estaban distraídas.

Busqué a la chica en todas las habitaciones, pero no se encontraba en ninguna, me acerqué a la mía y por fin la escuché hablar con Calle.

—Madison esta borracha e incluso drogada, no deberías preocuparte por ella —Comentó Micaela.

—Cómo que está drogada, ¿No solo estaban bebiendo? —La cuestionó Calle.

—Desafortunadamente no todas las cosas son como parecen, la misma Sofía se las facilita, incluso nos ha ofrecido a nosotras...

Antes de que pusieran continuar con su plática decidí abrir la puerta encontrándolas sentadas en el sillón que se encontraba cerca de la ventana.

—Mica —Intenté justificar la presencia de Calle ahí pero realmente no se me ocurría nada.

—No te preocupes, siempre he sido fan de ustedes juntas —Respondió dedicándole una sonrisa a Calle, —Voy a bajar para que no se alteren o sospechen las otras —Dicho esto se puso de pie seguida por Calle.

Quiéreme otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora