Caos.

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~Calle~


En cuanto me di cuenta de lo que estaba haciendo me alejé repentinamente de aquella chica.

Su mirada estaba confusa, ¿Era cierto lo que acababa de hacer?

—¿Esta es tu promesa de amor? —Oí que gritaron a mis espaldas haciendo que me sobresaltara.

Me puse de pie lo más rápido que pude viendo como Poché se situaba frente a mí, Laurel a su vez se levantó quedándose a mi lado.

—Contéstame —Pidió apretando la mandíbula en un intento de retener las lágrimas. La conocía, había arruinado todo.

—Poché, fui yo la que... —Laurel intentó tomar la palabra siendo silenciada al momento por ella.

—Tu cállate que solamente eres una.... —Se guardó la palabra con la que la definiría volviendo a mirarme, —Contéstame.

Por más que le daba la orden a mi cerebro para que hablara me estaba siendo imposible y sabía que eso iba a complicar aún más todo.

—Como sea —Negó bajando el volumen de su voz mientras se giraba y camina hacia la salida del estacionamiento.

—No, espera —Reaccioné por fin alcanzándola.

—Suéltame —Dijo en el momento que tomé su mano.

Por inercia la solté sin dejar de mirarla.

—No es lo que estás pensando —Hablé torpemente.

—No lo pienso, lo vi Daniela —La voz se le volvió a quebrar mientras bajaba la mirada.

—Vamos a otro lugar para hablar —Propuse con intenciones de volver a sujetarla pero no me dejó.

—No quiero hablar ahorita —Se negó pasando una de sus manos por debajo de sus ojos.

—Lo siento, la besé sin pensarlo —Admití sintiendo como ahora eran mis lágrimas las que amenazaban con salir.

—De acuerdo —Soltó en un tono molesto y raro, me volvió a dar la espalda y siguio caminando a la salida.

—Poché, por favor —Le pedí yendo tras ella una vez más.

—Ya, como sea Calle, no quiero hablar en este momento —Soltó esta vez sin detenerse volviendo a quitar las lágrimas de sus ojos.

—Mi amor —La llamé observando cómo daba media vuelta para quedar frente a mi.

—¿Te gusta? —Preguntó mirándome a los ojos sin titubeos.

Aquel cuestionamiento hizo que mi cabeza se saturara de muchas cosas que anteriormente había pensado. Desvíe la miraba intentando acomodar lo que respondería, aunque se supone tenía que ser sencillo, yo quería a Poché.

—Sí te gusta —La oí decir con pesar sujetando el inicio de su tabique nasal casi muy cerca de sus lagrimales.

—No, no es así —Respondí rápidamente a eso posando mi vista en sus ojos, —No sé —Retomé la palabra siento traicionada por mi subconsciente.

Bajé la mirada dándome cuenta en lo que ahora había dicho. ¿Laurel podría gustarme?

—Okay —Suspiró dejándome saber que no se esperaba es respuesta, aunque era claro que yo tampoco la esperaba.

—No, ¿A dónde vas? —Sujeté su brazo evitando que nuevamente caminara al la salida del estacionamiento, no la podía ver a los ojos me sentía mal.

Quiéreme otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora