Conveniente.

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~Poché~

—Tienes que dejarme hablar —Susurré sin parar de besarla.

—Todo lo que quieras hablar díselo a mis labios —Soltó enredando sus piernas a mi cuerpo mientras que con sus manos deslizaba la playera que traía para quitármela.

—Esta bien si es lo que quieres —Jadeé por fin cuando sentí como masajeaba mi trasero pegándome con esto aún más a ella.

Paré de besarla solo para levantar la playera que ella tenía y quitarla. Cuanto tuve a la vista sus perfectos pechos no dudé ni un segundo en disfrutarlos así que chupé y mordí ambos mientras estimulaba la zona de su entrepierna con mis piernas.

Con mi lengua formé un camino que me llevaba a su ombligo, entre mordidas y besos me apropie de su abdomen. Una de mis manos aún seguía tocando sus pechos y la otra la había dirigido a su vientre.

Me deslicé un tanto más para abajo sin dejar de besar el cuerpo de mi chica, rocé uno de mis dedos sobre su centro aún por encima de su ropa interior provocando que se contrajera ligeramente.

Me recargué sobre mis rodillas para que en un movimiento sencillo tomara la parte alta de la ropa interior y la recorrerla hacia abajo pasándola por sus piernas hasta quitarla por completo.

Sonreí maliciosamente al ver que su centro estaba ya lubricado por lo que había hecho anteriormente.

Llevé la mirada a Calle quién me estaba observando de una forma demasiado sensual.

—¿Qué estás esperando? —Su pregunta más bien pareció reclamo.

Sonreí separando un poco más sus piernas después de pedirle que las flexionara.

Repetir la acción que hasta hace un momento había hecho sobre su ropa interior haciendo que un ligero sonido saliera de su boca.

Me aproximé a su centro dejando besos entre sus piernas hasta que con mi lengua decidí torturarla un poco. Recorrí el exterior de su vagina con lentitud, de vez en cuando volvía a rozar mis dedos por esa zona, quería hacer que perdiera el control.

Me quedé estática sin hacer algún movimiento por unos segundos, mismos que bastaron para que ella se quejara.

—¡Maldita sea!, ¿Qué estás esperando? —Gritó tomando con fuerza mi cabello para en seguida guiar mi cabeza hacía la parte que necesitaba ser atendida.

Debo confesar que esa acción me había excitado mucho así que no dude en complacerla.

Chupé su clítoris como mejor sabía hacerlo, en seguida recorría con mi lengua su amplitud mientras mordía con suavidad sus labios. Cuando mi lengua pidió permiso de entrar en ella Calle volvió a sujetar mi cabello para que pudiera saciarla como lo quería.

Con mi lengua entre y salí de ella en continuas ocasiones, con una de mis manos me ayuda a mantener sus piernas abiertas y con la otra estimulé su clítoris.

Los gemidos de Calle se hacían más presentes y un volumen encantador, me estaba volviendo loca.
Decidí combinar está vez mi lengua con mis dedos que en conjunto nuestro único objetivo era complacer a la chica que se encontraba debajo de mi.

Gimió una vez más llevando su pelvis hacía mí, mi lengua no paraba de formar círculos en su centro.

De un momento a otro sentí como la fuerza que estaba ejerciendo en sus piernas se habían incrementado haciendo quererlas cerrar. Con ambas manos volvía a separarlas y cuando mi lengua se hacía presente una vez más fue cuando mi boca se inundó de ella.

Rápidamente con mis dedos quise extender su placer así que los metí hasta llegar a su cavidad, froté ligeramente mirando a Calle totalmente saciada, su espalda estaba arqueada. Minutos después volvió a tener otro orgasmo el cual se había compartido con el mío que de solo mirarla, escucharla y saborearla se había propiciado.

Quiéreme otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora