Plática.

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~Poché~

—¿Quién es ella? —Cuestioné irritada mientras la soltaba, observando el cabello de la chica que dormía sobre el sofá.

La cara de sorpresa que tenia Calle me hizo pensar que no la conocía pero eso se disipó en cuánto caminó más cerca del sillón.

—Ven, dejémosla dormir —Pronunció con naturalidad sujetando mi mano arrastrándome tras ella a la única habitación del departamento.

—¿Quién es? —Repetí entrando. Me sentía molesta y Calle no podía ser tan cínica de llevarme a su habitación sabiendo que hay otra mujer durmiendo en la sala, —Te estoy hablando, —Estructuré esperando a que contestara algo, pero no lo hizo.

Observé cómo lanzó los zapatos que traía seguido a esto se acercó a mí.

—Me puedes pasar una de las pijamas que están en ese cajón —Señaló el pequeño clóset dejando caer su vestido quedando así en ropa interior.

Me quedé muda al verla, que hermosa era y que cuerpo tenía. De no ser porque aún me sentía enfadada sin saber quién era la chica de afuera le habría hecho el amor en ese momento.

Digna abrí uno de los cajones y seguido a eso saqué dos prendas iguales a una de las pijamas que yo tenía. Las habíamos comprado juntas.

—Aquí está —Dejé la ropa encima de la cama y me dirigí a la puerta.

—¿A dónde? —Me alcanzó después de colocarse la playera, moduló su voz regresándome al interior de la habitación cerrando una vez más.

—¿Quién está en el sillón?, Digo, porque si querías hacer un trío me pudiste haber avisado —Me enojó más el pensar en eso, la idea de alguien más teniendo a mi chica me enfermaba.

—¿No te parece que de haber querido un trío le habría dicho que nos esperara aquí en la cama?
—¿Qué nos esperara? —Pregunté con sorpresa ya que ella sabía lo que pensaba con respecto a estar con dos personas en la misma cama.

—¿Por qué te pones celosa? —Cuestionó ahora ella divertida sentándose en el borde.

La observé detalladamente enamorándome más de su aspecto, ya estaba terminando de desmaquillarse.

—Porque quiero y porque puedo, ¿Querías más? —Hablé acercándome a ella.

—No sé, pensé que te molestaría si estuviera con alguien que no fueras tú, pero —No la dejé que terminara de decir ese discurso tan patético y tonto atrapando su boca con la mía.

La había recostado sobre la cama al tiempo en que sentía sus labios enfrentándose a los míos.

—Porque eres mía —Finalicé aquel beso sobre sus labios.

Al abrir los ojos me encontré con su mirada regalándole una ligera sonrisa.

—Es Valentina —Me quedé perpleja  incorporándome para procesar lo que había dicho, —Olvidé que estaba aquí cuanto te pedí que vinieras —Se justificó poniéndose de pie para ir a donde me encontraba.

—¿Quién es? —Me moví al otro extremo de la habitación, aún pensando en que se había equivocado de nombre.

—Valentina —Pronunció nuevamente.

—Ah, que bien —Intenté sonar convencida pero la verdad quería irme de ahí, me volví a acercar a la puerta pero me volvió a detener abrazando mi cintura.

—¿Estás enojada? —Preguntó buscando mi rostro.

—No sé, solo no quiero verla.

—No la estás viendo —Se rio de momento haciéndome sonreír a mi.

Quiéreme otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora