Ventana.

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~Calle~

Los días en el hospital desde que había recobrado la conciencia no fueron tan pesados como esperaba, mi progreso según los médicos era destacado según cuadros anteriores.

Por fin había llegado el día en el que me darían de alta y mi cabeza no podía con la emoción, quería volver a mis actividades anteriores. Poché me había dejado en cuanto el doctor que atendió mi estancia en el hospital la convocó para recibir el papel que me permitía volver a casa.

Después de vestirme me puse de pie para caminar al baño, lavé mis manos y humedecí mi cara.

-¿Amor? -La escuché entrar a la habitación, hice un ruido delatando mi ubicación, -Mira, -Volvió a hablar desde el marco de la puerta del sanitario; -Ya nos podemos ir a la casa.

Mi sorpresa no se hizo esperar así que inmediatamente fui hacia ella para abrazarla, sentí sus brazos rodear mi cintura mientras que mis fosas nasales se impregnaban del aroma que emanaba su cabello.

-Genial -Pronuncié antes de dejar un beso en su mejilla.

-Te vestiste -Me regresó el beso mirándome de los pies a la cabeza.

-Tenía que hacer algo, te tardaste y ya no quiero estar un segundo más aquí -Me adelanté a la cama en donde había dejado mis cosas de valor.

Después de colocarme mis anillos sentí la mano de Poché tomar la mía, dio un beso en ella y después sonrió.

-Amo como lucen en ti, en tu mano -Hablo refiriéndose a la argolla de matrimonio y al anillo con el que se había comprometido conmigo.

-Amo ser yo quien los lleve y no otra persona -Antes de que pudiera objetar algo caminé con intenciones de abrir la puerta, con lo último dicho había recordado el supuesto compromiso que anunciaría con Madison, compromiso que solo era un invento de mi cabeza.

-¿Estas bien? -Me detuvo girándome para quedar frente a ella.

-Ya no quiero estar aquí -Hablé clara, necesitaba despejar mi mente de ese sitio que solo me recordaba el motivo por el cual había llegado hasta ahí.

-De acuerdo, vámonos -Dijo torpemente intentando abrir la puerta que para ese momento se encontraba a mis espaldas.

-Te amo lenta -Bufé acercándome a ella.

-¿He? -Atendió con duda sin moverse.

-¿He? -Repetí sobre sus labios para comenzar un beso que mi cuerpo exigía.

Sujeté con una de mis manos su cintura y con la otra tomé su nuca; en un movimiento lento me separé de la puerta e hice que girara para que ahora fuera ella quien estuviera recargada en el acceso.

Terminé mordiéndola ligeramente para después separarme algunos centímetros de ella.

-Ahora sí podemos irnos -Susurré sin dejar de mirar sus ojos.

-¿Ajá? -Ahora fue ella quién tomó la iniciativa del beso y yo simplemente me dejé guiar por su boca.

Pasados algunos segundos me separé un poco al tiempo en el que giraba la perilla de la puerta.

-Es hora de irnos -Dejando un pico más dio media vuelta y salió esperando a que yo hiciera lo mismo.

-¿Te sientes bien? -Preguntó atenta ofreciéndome su mano para que la tomara y así lo hice.

-Fuera de que me siento nerviosa porque siento que pasó mucho tiempo estoy mejor que nunca -Intenté ser clara pero la verdad lo que sentía era extraño, -¿Mis papás aun no regresan de su viaje? -Quise saber ya que de cierta forma los extrañaba.

Quiéreme otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora