5. No me esperaba eso...

37.9K 1.7K 877
                                    

Era una linda mañana en Bogotá, las aves cantaban mientras el sol se asomaba a lo lejos y los rayos se reflejaban en la ventana de la habitación de Daniela Calle, quién acostumbraba a dormir hasta que su mucama la despertara todas las mañanas, Calle era una chica de 16 años con una estatura de 1,68m, sus ojos eran marrón al igual que su cabello, su piel estaba tan hidratada que había tomado un brillo precioso, y su cutis era perfecto, cada mañana tenía su rutina antes de ir al colegio, sin embargo ahora dedicaba más tiempo a su rutina debido a que ya no asistía.

—Buenos días señorita —Dijo la mucama de Calle mientras entraba a la habitación y abría las cortinas de su ventana, dejando pasar a la luz del sol, el cual pegaba ahora en la cara de Calle -Es hora de levantarse —Añadió la mujer y luego se retiró

—Buenos días —Dijo Calle con su voz ronca sin siquiera haber abierto sus ojos, luego procedió a estirarse y a beber un vaso con agua que estaba en su buró, Calle era muy estricta y cuadriculada cuando de su físico se trataba, además corría con la suerte de que todo lo que necesitaba lo conseguía. Calle se dirigió a su baño, lavó su cara, se bañó, lavó sus dientes y se preparó para ir al gimnasio, el cuál por supuesto no podía faltar en su muy lujosa casa.

—Buenos días ratoncito —Dijo su padre desde la azotea —Como amaneciste? —

—Hola Pa —Respondió Daniela antes de dirigirse hacia su padre para darle un abrazo de buenos días —Hola Sofi —Dijo Calle a la novia de su papá que también se encontraba tomando el sol

—Melissa me preguntó que querías para el menú de hoy —Preguntó Germán a Calle quién organizaba una fiesta en la noche con los amigos de su colegio al cual ya no asistía

—Dile que le daré la lista cuando termine los ejercicios —Dijo Daniela a su padre mientras le daba un sorbo a su botella con agua y se dirigía al gimnasio, en el cuál pasó una hora y media antes de ir a ducharse de nuevo para llegar a la azotea más tarde.

—Creo que hoy no va a llover, Daniela —Dijo Iván, el asistente de su padre a Calle.

—Espero que no, Iván —Respondió Calle mientras miraba la ciudad desde donde estaba, su casa se prestaba para observar todo lo que pasaba en Bogotá, en la azotea se tenía una vista increíble y Calle amaba observar todo lo que pasaba, especialmente amaba cuando había atardeceres de esos anaranjados y cuando era de noche porque se veía la ciudad muy iluminada.

—A que hora llegan tus amigos? —Preguntó Iván curioso, tratando de hacer conversación con la chica, ya que no se llevaban de la mejor manera, Calle tenía cierto rencor hacia él, y él siempre le llevaba la contraria a Calle.

—Pronto —Respondió Calle con un tono frío el cual acostumbraba a usar cuando se trataba de Iván.

—¿Todos vienen en auto, cierto? —Preguntó el asistente de su padre, mientras Calle rodaba sus ojos.

—¿Qué sermón me vas a dar ahora? —Dijo Calle como un intento para que Iván se callara o se fuera, porque no quería escucharlo ni mucho menos hablar con él.

—Deberías tener auto ya —Respondió el hombre

—Deberías dejar de darme ordenes como si fueras mi padre, pero no pasa —Contestó enojada Calle sabiendo hacia donde se dirigía Iván con sus palabras.

—Tu padre te ofreció uno —Dijo Iván con una media sonrisa —Deberías aprovechar la oferta —

—Yo no puedo esperar al día en que mi padre te despida —Añadió Calle enojada —Tú no me das ordenes Iván —Decía Calle mientras con cada paso iba acorralando a Iván contra el balcón— Puede que mi padre deposite toda su confianza en ti, pero yo no estoy de acuerdo en que andes por toda la casa vigilando todo lo que pasa alrededor y ganando dinero por eso, odio que mi padre te pague por vigilarme —Añadió y la espalda de Iván había chocado contra el pequeño balcón.

El Campo Margarita • Caché (Terminada) Where stories live. Discover now