El Campo Margarita • Caché (Terminada)

80. Como quién despierta el recuerdo

           

Daniela continuó corriendo por las calles de Madrid, como si alguien la estuviera persiguiendo, como quién comete algún delito y huye del lugar para no ser visto; Daniela simplemente corría, las personas que pasaban junto a ella la miraban confundida y se asustaban un poco al verla correr tan tarde en la noche, incluso miraban alrededor para confirmar que nada grave estuviera sucediendo; Daniela continuó corriendo dos avenidas más hasta que se detuvo para tomar aire

-¿Se encuentra bien, señorita? –Preguntó un tipo que se encontraba recostado a su auto, parecía que estaba esperando a alguien

-Si –Respondió Daniela con la respiración agitada –¿Qué hora es? –

-En quince minutos será la una de la mañana –Contestó el hombre mirando su reloj –¿Necesita estar en algún lugar? –

-En mi hotel –Dijo Daniela mirando su teléfono, sus manos temblaban

-¿Se encuentra bien? ¿Ha pasado algo? –Preguntó el hombre con el ceño fruncido –Claro, si puedo saberlo –

-Ha sido un día difícil –Contestó Daniela con honestidad –¿Usted es taxista? –

- ¿yo? –Dijo el tipo mirando el auto en el que estaba recostado –No, yo no soy taxista –

-No sé ni lo que digo –Confesó Daniela en un suspiro antes de empezar a caminar

-¡Oye! –Exclamó el hombre mientras perseguía a la chica –No soy taxista, pero si necesita un aventón a su hotel... puedo hacer el favor–

-No... no –Dijo Daniela empezando a caminar de nuevo, después de unos segundos dio media vuelta y se acercó al tipo –¿Sabe qué?, lléveme –

-Vaya que cambias de opinión rápido –Contestó el tipo riendo un poco, Daniela rodó los ojos y se acercó al auto –Damas primero –Añadió abriéndole la puerta del auto

-Gracias, pero no debiste –Respondió Daniela incómoda

El señor encendió el motor de su auto y se dirigió por la ciudad en busca del hotel de Daniela, la morena se dedicaba a mirar a través de la ventana con tal de evitar cualquier contacto visual con el tipo que no conocía y no quería conocer

-Su acento es un poco... peculiar –Dijo el señor para romper el hielo después de todo el viaje de estar en silencio

-Colombia –Contestó la morena inmediatamente –Soy de Colombia –

-Por supuesto –Añadió el tipo –Se me hacía familiar –

-Mm –

-¿Sabe por qué? –Preguntó el señor inmediatamente, Daniela no quería saber y no le importaba pero no le quedaba otra opción más que escucharlo

-¿Por qué? –Preguntó Daniela con desinterés

-Mi primera esposa nació ahí –Admitió el señor mientras miraba detenidamente a la carretera, Daniela simplemente miraba la ciudad a través de su ventana, sin prestar atención –Nosotros nos conocimos en Junio... -Continuó hablando, pero la mente de Daniela viajó a sus recuerdos

*FLASHBACK 8 AÑOS ANTES*

-Bebé –Dijo Germán entrando a su habitación, Daniela se encontraba debajo de sus cobijas, no porque tuviera sueño, simplemente eso hacía desde hacía dos semanas cuando Poché había abandonado su casa, no había rastro de la peli azul, no respondía sus mensajes o contestaba sus llamadas, Daniela había ido a visitarla a su casa un par de veces, pero Juan Carlos siempre la detenía; su padre también le había sugerido no volver a insistirle a Poché, al contrario, darle su espacio para que piense las cosas sin presión –Dani –Continuó su padre mientras se sentaba al borde de la cama