82. Recuérdame

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Las luces de Los Ángeles brillaban como estrellas relucientes, o al menos eso se veía desde el avión, María José junto con sus mejores amigas Aida y Alba tenían más de 11 horas de estar volando, los viajes de Madrid a Los Ángeles eran muy cansados para las tres, sin embargo, María José disfrutaba cada momento de su vida como si su vida fuese a acabar en cualquier momento, al menos eso pensaba desde unos años atrás

-Amo esta ciudad, Joder –Dijo Aida mientras miraba por la ventana, el avión estaba a punto de aterrizar en LAX

-Tú amas todas las ciudades Aida –Respondió María José y Alba rió con ella

-Odio que os juntéis solo para hacerme bullying, eh –Contestó Dulceida, aunque amaba que su mejor amiga y su esposa se juntaran para hacerla reír siempre

Después de varios minutos las tres chicas habían llegado a tierra firme, habían durado más de treinta minutos en recoger su equipaje y eso estresaba mucho a María José, mientras que Aida y Alba la abandonaban cada cierto tiempo para andarse besuqueando, incluso se iban al baño de vez en cuando y María José sabía perfectamente a que iban; esas dos tenían más de tres años de casadas y parecían como si todos los días continuaran viviendo su luna de miel. María José sentía nostalgia a veces cuando las veía, ya que Miranda nunca hacía locuras ni apoyaba sus ideas descabelladas, Miranda era la típica chica educada que no rompía ninguna regla y aunque María José amaba eso de ella en ciertas ocasiones desearía cambiar ese pequeño detalle.

-Hemos llegado –Dijo Aida de la mano de Alba, ambas venían riendo cual cómplices

-Fingiré no saber que andaban haciendo –Admitió la más chica y ambas rieron –Son unas traviesas –

-Shhh –Ordenó Aida antes de seguir riendo

-¡El equipaje! –Gritó Alba al ver las maletas de todas llegando –¡Hasta que por fin dios mío! –

-¡Vaya que duraron, eh! –Exclamó Aida recogiendo todo

-¿Ustedes? ¿O el equipaje? –Dijo María José pícaramente y Aida no pudo evitar abrir la boca en sorpresa

-María José Garzón –Contestó Aida golpeando el brazo de su mejor amiga –No seas cochina –

-Ustedes lo saben muy bien –Dijo María José riendo

Las tres chicas se habían dirigido al hotel donde se iban a hospedar, era super lujoso y amaban la vista que tenía de toda la ciudad; Aida y Alba tenían su propia habitación mientras que María José tenía una para ella sola... había pasado mucho tiempo desde que se hospedaba sola en una habitación, desde que conoció a Miranda a donde iba una iba la otra siempre, esta era la primera vez que viajaba sin ella y se sentía algo vacía

-Hola –Dijo María José al teléfono

-Bebi –Respondió Miranda feliz –Estaba preocupada por ti ¿acabas de llegar? –

-Hace aproximadamente dos horas –Contestó María José con el teléfono en su oído mientras sacaba algo de la pequeña nevera

-¿Y por qué hasta ahora te dignas a llamarme? –Dijo Miranda con un tono controlador

-Hace mucho no te escuchaba así de posesiva –Admitió la más chica

-Es porque hace mucho no estamos distanciadas –Confesó su prometida en un suspiro

-El equipaje se atrasó muchísimo, y hasta ahora llego al hotel –Respondió María José antes de beber de su agua

-Entiendo –Dijo Miranda –¿Cómo está L.A? –

El Campo Margarita • Caché (Terminada) Where stories live. Discover now