El Campo Margarita • Caché (Terminada)

46. Rocas al lago

-Que... ¿Qué dijiste? –Preguntó Daniela tratando de asimilar lo que acababa de ocurrir

-Dije que quiero que seas mi novia Calle –Volvió a decir la peli azul, esta vez más nerviosa –No puedo vivir otro día sin tener que llamarte mi novia –

-Poché me tomaste por sorpresa –Respondió la chica más alta, probablemente sus manos estaban temblando de lo emocionada que estaba, Poché sonrió al notarlo

-Se mi novia Daniela –Insistió Poché sin despegar los ojos verduzcos de los labios de Calle –Te lo ruego –

-Si –Dijo la chica más alta con una sonrisa de nervios

- ¿Sí? –Preguntó Poché sonriendo, el corazón de la peli azul estaba a punto de salirse de su pecho

-Si, si quiero ser tu novia Poché –Daniela no había terminado de hablar cuando sintió los labios de Poché chocar contra los suyos, besarla era lo único que quería hacer en ese momento y ya no podía ocultar más lo que sentía

-En serio me encantas –Dijo Poché apartándose de los labios de Daniela

-Creo que ahora amo más al campo margarita de lo que solía... y créeme que amaba este lugar –Dijo Daniela y Poché sonrió –Ya era hora de que me lo pidieras –

-Tenía mis dudas –Admitió la peli azul y Calle levantó sus cejas –Es decir... no tenía dudas sobre ti, tenía dudas sobre como ibas a responder... ya sabes... ya que no te has abierto con lo de tu sexualidad, solo a Paula y a mí –

-Tienes razón, soy una cobarde –Dijo Daniela suspirando antes de llevar sus ojos al lago

-No eres cobarde –Respondió Poché llevando su mano al cabello de su novia –Sé lo difícil que es pasar por eso, te entiendo y créeme que esperaré cuanto quieras para hacer nuestra relación pública –

-En serio eres la mejor Poché, créeme que lo intento todos los días y cada vez estoy más cerca de lograrlo, lo sé –

-No tengo dudas de eso –Respondió Poché –Pero ya shhhh... no quiero que estés triste esta noche, es demasiado perfecta para estar lamentándonos –

-Tienes razón –Dijo Daniela levantándose de donde estaba sentada –Arriba –Dijo estirando su mano hacia Poché quien seguía sentada en el césped

-Jajaja ¿Qué pasa? ¿Por qué? –Preguntó Poché frunciendo el ceño, pero riendo al mismo tiempo

-Solo dame tu mano –Daniela sonreía mientras Poché no lo dudaba dos veces para sujetarla y ponerse de pie, Calle caminó hacia el lago llevando a Poché de la mano

-Es hermoso –Dijo la peli azul una vez que se habían acercado a la orilla

-Mi padre solía tener botes para que los golfistas recorrieran todo el lago –Admitió Daniela sentándose cerca de la orilla, Poché la siguió

- ¿Por qué ya no hay botes? –Preguntó la peli azul mirando a Calle fijamente

-Sabes que he venido a este lugar desde que estoy pequeña, pues resulta que cuando iba a cumplir los 10 años vine de noche y decidí subirme a un bote y remar por mí misma –Dijo Calle riendo al recordar

- ¿Y qué pasó? –Preguntó Poché riendo al ver a Calle

-Llegué al otro lado del campo –Respondió Daniela recordando –Nunca había llegado hasta ese lugar, y pues me encantó... tanto que todas las noches me escapaba de casa para viajar en bote hasta el otro lado del campo y un día de esos la policía me encontró –