26.

90 9 3
                                    

Park Jimin comenzó otra pelea al decidirse quién entraría a verla primero, decidí dejarle en paz por el hecho de que no me sentía con la energía suficiente para continuar en disputa con él.

Él me dejó a solas con Hoseok mientras se daba el lujo de ser lo primero que vea Dulce la despertar.

Yo vuelvo a tomar asiento y Hoseok decide acompañarme en el largo tiempo de espera.

—No te desesperes —comentó Hoseok—. Tarde o temprano saldra.

—No lo hará, lo conozco perfectamente para saber que me dejará aquí esperando, todo el día sí es necesario.

—No puedo creer lo que sucedió. Todo fue tan de repente —bostezó Hoseok—. Jamás pense que Dulce estuviese con vida, ni mucho menos que Jimin estuviese a su cuidado. ¿Qué fue de ella todo este tiempo?

—No lo sé. Pero definitivamente Jimin no merece estar estar al cuidado de Dulce. No es capaz —cierro los ojos y me recargo completamente en el respaldo.

—Lo estuvo todo este tiempo.

Suspiro molesto y decido no responder más. No tenía el humor para hacerlo.

—Min Yoongi —escuché la voz de Jimin. Yo abrí mis ojos con pesadez le observé frente a mí—. Puedes verla —habló indiferente.

Cierta emoción me invadió y me levanté sin dudarlo. Pasé a un lado de Jimin chocando su hombro con el mío pero él me detuvo.

—No la presiones —dijo—. Ella no te recuerda del todo, para ella eres solamente un conocido —se giró a observarme—. No le digas que fuiste de ella antes del accidente.

—No me puedes prohibir eso.

—Es por su salud mental —respondió—. No le crees más problemas.

—Tal vez así, sí logré recordarme —sonreí burlón y me liberé del agarre de Park—. Tú no puedes prohibirme algo así.

•••

Ella yacía acostada en la camilla. Lucía un poco acabada pero eso no dejó de lado que la emoción de verla no me invadiera. En cuanto me escuchó entrar en la habitación escondió su rostro girandolo a la dirección contraria donde me acercaba. Sonreí decepcionado.

Ella no quería que le observara al rostro, temía de mi reacción ante aquellas cicatrices de quemaduras. Un nudo en mi garganta se formó.

Al estar a un lado de ella, no pude contener mi necesidad de sentir su suave tacto con el mío y lo primero que hice fue tomar su mano derecha y llevarla hasta mis labios para depositar un suave beso en su suave piel. Pude notar como ella intentaba asimilar lo que sucedía.

—¿Por qué me has ocultado la verdad? —pregunto a ella en apenas un susurro. La siento tensarse—. Sé que tu nombre verdadero no es Grecia.

—L-lo siento —respondió con un hilo de voz.

—¿Por qué me ocultaste algo tan simple como tu nombre?

Ella permanece en silencio.

—También me he enterado de tu amnesia. No puedo creer que no recuerdes nada. ¿Por qué? —fingí.

Ella permanecía en silencio, al parecer no deseaba hablar del tema pero yo necesitaba saber por boca de ella la verdad.

—Tuve un accidente —respondió algo que ya sabía—. Al parecer estuve al borde de la muerte.

—¿Hace cuánto?

—Tres años —su voz comenzaba a quebrarse.

—¿Qué sucedió?

—Yo, —suspiró queriendo suprimir el llanto— no tengo ni la menor idea —y rompió en llanto—. No sé por qué sucedió aquel accidente. No sé mucho de mí. La única persona que puede decirme la verdad, se niega.

Yo sabía a quien se refería.

—¿Qué es lo poco recuerdas? —pregunté con esperanza.

—No logro recordar nada —me responde—. Pero al parecer yo no iba sola en aquel automóvil.

Un sentimiento de culpa me invadió. También sabía perfectamente con quién iba acompañada esa noche del accidente.

—Yo —pausa y decide observarme—. Estaba comprometida.

Me invade la melancolía y nuevamente aquel sentimiento de culpa me abraza. No podía dejar de lado a sensación de vacío que se había generado en mí. Cierto enfado me invadió.

No era posible que el imbécil de Park decidiera ocultarlo quién fuí yo en su vida antes del accidente. Ella merecía saberlo.

—Yoongi —me nombra y le observo saliendo de mi transe—. Gracias —y sonríe un tanto tímida.

—¿Por qué?

—Me salvaste la vida —y su tacto con el mío se intensifica. Aún la sostenía de la mano.

—Yo... —pauso y decido mentirle. Yo no había sido quien le había salvado. Yo llegué tarde a socorrerla—. No me agradezcas —sonreí.

•••

—Debo irme, Yoongi —dice Hoseok—. Namjoon me está esperando en el estudio, —se acerca a mí y me da un apretón de manos seguido de un semi abrazo— deberías ir a descansar, Yoongi.

—No me iré, no me moveré de aquí en ningún momento. Dulce me necesita —teclee unas últimas palabras en mi móvil y observé a Hoseok—. Además, no pienso pararme en mi apartamento por un largo tiempo.

—¿Por qué? ¿Acaso piensas estar todo el tiempo aquí en lo que Dulce continua internada?

—Hay aún más motivos que ese.

Y a decir verdad, me refería a la situación con Nancy, aquella mujer buscaría la forma de volver a joderme. Ahora más que nunca la deseaba lejos.

—Entiendo, Yoongi. Me iré ahora. Trataré de tranquilizar a Namjoon con respecto el álbum en el que estabas trabajando...

—Con respecto a eso —le interrumpo y me acerco a él—. Quiero hablar con Namjoon en privado.

—¿Piensas hacerlo esperar por mucho más tiempo? Yoongi, él está estresado y Furioso...

—Hablaré con él, sólo necesito que me escuche. Sólo eso.

Hoseok suspira y al final asiente. Me regala una sonrisa, palmera mi hombro y después se marcha. Ahora yo me encontraba solo en la sala de espera. Me importaba poco estarlo al tener presente que por Dulce estaba aquí. Por nadie más.

—Min Yoongi —me nombró Jimin caminando hasta mí, al parecer su visita terminó.

Caminé hasta su dirección con la intención de ver a Dulce pero nuevamente él me detuvo.

—Espera —dijo y accedí a detenerme—. Realmente debo de hablar contigo, Yoongi. No me comportaré como un imbécil. 

Les agradezco demasiado por su apoyo <3 

Sugar Melody | SUGAWhere stories live. Discover now