PETRICOR

CAPITULO 12 "Ella lo entiende"

REBECA

-Había amanecido con dolor de cabeza, náuseas y me temblaba el cuerpo, pero la cruda moral era lo que me estaba matando, lastimosamente no había ninguna píldora para esto y mucho menos para lo que estaba por venir.

Últimamente pasaba más tiempo en el instituto psiquiátrico que en mi consultorio, tenía bastantes pacientes ingresados con trastornos que requerían demasiada atención, pero aun así solo era ella quien me quitaba el sueño por la noche, era completamente consciente de que no era por su tratamiento ya que iba de maravilla, el tema con su padre parecía estar resuelto, aun así pasaba los pasillos del instituto buscando toparme con ella, quería saber cómo, dónde y con quién estaba todo el día, los 45 minutos de sesión con ella me parecían insuficientes.

Llego a mi consultorio tímida y reservada, ahora era más abierta, a veces tan irreverente y atrevida que la encontraba adorable, parecía haber descubierto lo hermosa que podía ser cuando sonreía, había una chispa magnética en su espontánea personalidad que sin darme cuenta me hacía cruzar la línea. Simplemente no sabía qué esperar cuando cruzaba palabras con ella, lo que lo hacía incómodo, intenso, agobiante e interesantemente adictivo.

-Doctora Jones, buenos días, me gustaría que me acompañara a mi consultorio un momento - interrumpió mi hermano, sin importar que hablara con un colega, me disculpe y lo seguí, después de mi padre él era el siguiente al mando, yo como siempre en tercer plano, siendo que era mil veces más competente que él, odiaba como pretendía ser el dueño de todo, incluida yo.

-Y bueno ya estoy aquí ahora dime ¿Qué es lo que se te ofrece? - pregunte con algo de prepotencia.

-Mi madre... ¿cómo esta?

-Sabes, no está nada bien...

- ¿Qué es lo que le paso?

-Me encantaría darte un informe completo para que así puedas evitar ir a verla, pero tengo que hacer muchas cosas, si realmente te interesa, haz un espacio en tu apretada agenda, y ve visitar al hospital a la mujer que te dio la vida y te limpio el culo por años.

-Una dama como siempre...

Jamás la llamó, jamás la visitó y yo había pasado el día en el instituto así que mi madre murió sola, rodeada de personas desconocidas. Me llamaron cuando estaba por salir a verla, una parte de mi alma se había muerto con ella, ella era lo único importante, lo único valioso en mi vida, mi única familia. Regresé a darle la noticia a mi hermano, solo para ver cómo es que le importaba una mierda.

- ¿Cuál es la diferencia Rebeca? ¡Aunque hubiéramos estado ahí ella no nos habría reconocido!

-Yo lo sabría, nosotros sabríamos que se fue con alguien que la amaba cerca, espero que algún día tú y mi padre encuentren perdón, la abandonaron cuando aún los recordaba, cuando aún preguntaba por ustedes...

-Yo no podía... no podía soportar perderla poco a poco... no soy tan valiente como tú- no pude evitar reír con ironía, sentía tanto odio, tanto dolor...que quería romperle la cara.

-Es verdad... solo eres un cobarde como mi padre... y no soy valiente...solo la amaba lo suficiente para quedarme con ella incondicionalmente.

No quería ir aun al hospital, no quería verla tendida en una plancha ni hacer trámites funerarios, sabía que habrían cientos de amigos y conocidos cerca apenas se enteraran, pero no habría nadie que de verdad lo sintiera, nadie que le doliera, nadie que me diera un abrazo que de verdad alivie la soledad, porque a pesar de tener miles de amistades, ella era lo único real. Así que fui al consultorio de mi padre por dos botellas de vino y después me refugié en mi consultorio, no encendí una sola lámpara y mucho menos la chimenea, quería esconderme en medio del frío y la oscuridad de este maldito dolor.