PETRICOR

CAPITULO 27 " Te amo"

REBECA

Salí del teatro casi corriendo y sin despedirme de nadie, mucho menos de Michel porque no podría contener un segundo más el llanto. Llegué a mi casa hecha un desastre, me arroje a la cama con la única intención de seguir llorando mi estupidez, mi cama aún tenía su aroma, sentirlo me destrozo, la había perdido para siempre. No dormí repasando la escena en mi cabeza millones de veces, jamás pude entender en qué momento perdí la cabeza, simplemente se me salió de las manos. " No te quiero volver a ver" su mirada, el tono de voz en aquellas palabras estaban fijadas en mi mente como una pesadilla, no me iba perdonar jamás y lo peor es que no tenía cara para disculparme, no me atrevía a buscarla.

Pase una semana completamente encerrada en mi recamara, solo intentando morir. Mis teléfonos no dejaban de sonar y yo no me cansaba de ignorarlos, hasta que la puerta de mi casa comenzó a ser golpeada, había personas preocupadas así que intenté regresar a la vida, pero eso era imposible, simplemente volví a mi horario.

Cuando salí de mi terrorífica cueva de tortura, había una fila enorme de personas esperando una explicación y claro, empecé por mi Padre, necesitaba una explicación a mi ausencia en la clínica, después me abordaron Iris y Michel, una fuerte infección estomacal fue suficiente para que dejaran de indagar, deje mis asuntos resueltos en el instituto psiquiátrico y me dirigí a mi clínica privada. Llegue a mi consultorio y como de costumbre saludé a todos los presentes, me iba a girar para dirigirme a gloria, pero una presencia en la sala me dejó inmóvil, era el señor Echeverri, se puso de pie para acercarse y yo trate de disimular mi desconcierto.

- Doctora Jones, disculpe que venga sin una cita, pero llevo días tratando de localizarla, me había sido imposible.

-Asia ¿está bien? ¿Pasa algo? - pregunte sin evitar sonar preocupada.

- No, ella está bien. Es otro tema el que quisiera tratar con usted, si podría atenderme ahora seria perfecto.

-Claro que sí- conteste de inmediato-

-Doctora Jones el señor Ortiz está por llegar a su sesión. - interrumpió Gloria y suspire.

-Hazme un favor Gloria y cancela, programa para la próxima semana.

-Pero ya sería la segunda cita que cancela al señor Ortiz. - insistió mortificada.

- Entonces, discúlpame con él y asegúrale un mes de consultas gratis, seguro se va feliz.

-Como usted diga ¿Café?

- ¡Por favor! - suplique, sin preámbulos en cuanto entramos al consultorio, comencé a interrogar al señor Echeverri

-Y bueno señor Echeverri, dígame en que le puedo ayudar. - dije con más tranquilidad.

-La señorita Fernanda Guz, tengo entendido que ahora es su paciente- tuve que respirar profundo.

-Así es- conteste con incomodidad - no entiendo que... - hice un gesto con la mano invitándolo hablar.

-Mi hija al parecer se volvió muy amiga de esta joven y quiere visitarla. - volví a tomar aire- El señor Guz puso a mi hija en la lista de visitas, pero se necesita de su autorización para que mi hija la pueda visitar, así que esperaba que usted lo aprobará.

-Asia... ¿Ella sabe que yo soy la terapeuta de la señorita Guz y se necesita mi firma? - pregunte con un nudo en el estómago.

-No, primero lo quise hablar con usted. - un suspiro de alivio se me escapó de los labios.

-Perfecto, hizo usted muy bien, ya que no creo que sea buena idea, la señorita Guz sigue en tratamiento y es algo inestable, no creo que sea sano para ambas, sobre todo para Asia que ahora esta tan estable y a formado relaciones sociales sanas.