PETRICOR

CAPITULO 14 "Se queda conmigo"

Me había tomado mi tiempo para volver, quería estar emocionalmente estable para mis pacientes, hasta que comprendí que eso tomaría más que unas semanas y no podía parar más mi vida.

Apenas puse un pie en la institución me sentí fuerte, me sentí yo. Perdí la mayoría de mis pacientes femeninos en el área "C" y todo por la "sensualidad desmedida" de mi hermano, aun así lo único que me importaba era que Asia entrara por esa puerta, sabía que no estaba bien pero no podía evitarlo, ella cambiaba mi estado de ánimo de inmediato, llenó la funeraria de girasoles y en cada uno de ellos podía ver claramente su hermosa sonrisa acompañándome. Los días estando sola en casa me ahogaban, la ausencia de mi madre había convertido mi hogar en un hoyo negro, ahora venia buscando a mi trabajo de manera desesperada, la luz que me daba su inocente sonrisa.

Apenas termine la primera junta con mi hermano en una lucha obviamente perdida y salí buscando mi desesperada dosis, estaba en la sala de audiovisuales con un chico... sé que debería analizar con seriedad el sentimiento que me causó verla tan cerca de ese chico, pero ella sonrió y toda esa presión en el pecho, los días de desvelo y cualquier guerra de ego con el idiota de mi hermano se hicieron nada, eso era todo lo que necesitaba, debía lograr que ella se quedara bajo mi tutela, aun sabiendo el campo minado que recorría cuando ella estaba a mi lado. Necesitaba ventaja antes de la junta de mañana así que la aborde y la soborne con chocolates, esa sonrisa, ese jugueteo de palabras y miradas me daba la certeza de que se quedaría conmigo y no precisamente por los chocolates. Así que hoy en mi segundo día de trabajo me tocaba pelear la única batalla que realmente me interesaba ganar, el área al que pertenecía Asia.

Mi hermano llegó a la sala de juntas media hora tarde con todos los expedientes de mis pacientes. Me puso a la izquierda los que se quedarían con él y a la derecha los que se quedaban conmigo, obviamente la cantidad más grande se inclinaba hacia él, otra vez.

-Todas mujeres ¿no es así? - pronuncie al ver los archivos.

-Así es- contestó con aires de grandeza, sin darle importancia comencé a buscar en el bulto de la derecha.

-Echeverri, ella se queda conmigo. - demandé apenas me di cuenta de que no estaba su archivo.

-No lo creo, apenas tuvimos terapia ayer y no me pidió que se asignará su caso a tu tutela.

- ¿Le preguntaste? ¿Acaso le informaste que yo estaba de nuevo laborando?

-No lo creí necesario, ella conmigo está evolucionando, no creo conveniente que se le incomode de nuevo con otro cambio. - cabrón arrogante.

- ¿Cuántos de mis casos es que no te pareció conveniente consultar si querían volver a mi tutoría? - mi nivel de cólera estaba tomando las riendas de mi educación.

- ¡Dos semanas Rebeca, te fuiste dos semanas! ¡No puedes desestabilizar así a tus pacientes!

- ¡Murió nuestra madre!

-Ellos no tienen por qué verse afectados por nuestros problemas familiares, no es justo, ni profesional.

-¡Mi problema familiar! ¡Mio, no tuyo! - grité sin poder controlarme. - Me quedo con Echeverri. - le advertí antes de salir de la sala.

Asia

- Voy a dejarlo... esta fue la última vez, no más sexo con él.

-Pero ¿por qué?

-El muy idiota va quedarse en el turno matutino, ya no quiere volver al nocturno y así no me sirve para nada, ya no podremos salir por las noches.

-Pero... ¿no lo quieres?

-Solo es un guardia no seas absurda- Ella y su nefasto clasicismo.

-Pero te acuestas con él...

- ¡Diversión y conveniencia! ¿Qué crees que pensaría mi padre se entera que me enamore de un simple guardia?