Sus manos se aferraron a mi cabello e instintivamente la levanté de la cintura para sentarla en mi regazo, no opuso resistencia y mis manos viajaron con timidez por su cuerpo, mientras nuestro beso se intensificaba... había tanto placer en aquel beso que el silencio se llenó de suspiros y jadeos, podía sentir el calor de su cuerpo...estaba hirviendo de deseo y yo me sentía mujer de nuevo... porque yo solo era mujer entre sus brazos y sus besos...mordió mi labio inferior suavemente y continuó recorriendo con pequeños besos mi mentón, mis mejillas y mi cuello provocando la inmediata reacción de mi centro, su mirada era electrizante, me miró unos segundos y comenzó a abrir mi bata con tortuosa lentitud, miró con devoción mi cuerpo desnudo y me acarició con una de sus delicadas manos desde mi cuello, pasando entre mis pechos y finalizando en mi ombligo, quemando con su tacto mi piel, se inclinó para seguir besando mi cuello, mi clavícula y mis pechos... De pronto sentí la afilada barba de su padre tan vivida en mi piel que la alejé, aparte bruscamente su cuerpo y sus besos de mi con violencia, estaba sucia, era impura y no podía permitir que ella se ensuciara con mi piel...
.- ¡No puedo! Lo siento... - solté, ella me miro desconcertada, me cubrí y salí corriendo.
ASIA
Me había rechazado y me dolía tanto... había pasado semanas ignorándola y conteniéndome, enterrando todo mi amor y solo mostrándole mi rencor, ella se había dedicado a perseguirme y acosarme, no tenía sentida su rechazo ¿A que estaba jugando? Me dolía pensar que no era un juego y su amor por mi había terminado, era lo mejor para mí, para ella y sobre todo para mi padre, pero aun así me dolía y no podía evitarlo.
- Este lado depresivo y desalineado tuyo, no me gusta para nada, así que mueve el culo, que he venido a desayunar contigo, ayer me enteré que cocinaba la gordita ¿Cómo se llama? ¡Como sea! Me encanta su manera de cocinar. - dijo emocionada mientras modelaba en el espejo. - ¡Que muevas el culo! - grito al tiempo que aplaudía.
-Mejor ven y túmbate conmigo...- rogué desde la cama y ella negó con la cabeza- Pero si te encanta mi cama. - alce mi mano con puchero y ella termino por lanzarse a la cama.
- ¿Crees que me tomen la orden si grito desde aquí? ¡Quiero un omelette!
- ¡cállate! ¡Me duele la cabeza! - me queje con fastidio.
-Depresiva y amargada ¿sabes que te hace falta? ¡Un buen tijeretazo! - dijo subiéndose sobre mí con efusividad simulando una posición sexual, yo reía a carcajadas porque a su vez me picaba las costillas.
- Buenos día...- Soltó al pie de mi puerta con una expresión seria. - Me preguntaba si puedo hablar contigo unos minutos a solas. - Ferni seguía sobre mí, atenta a Rebeca, sin intención de moverse.
- A solas... - Ferni se giró para verme, como consultando y con un solo gesto le hice saber que podía irse, se quitó sobre mí y se puso de pie lista para salir.
- Bueno nena, las tijeras serán para la cena, te espero abajo, no tardes – dijo con una maliciosa y juguetona sonrisa, dejándome incomoda ante una Rebeca ya colérica.
-No sé cómo eres su amiga- dijo apenas salió.
-¿Que se te ofrece? - pregunte cortante.
-Quería disculparme, por lo de ayer... Me comporte como una tonta, pero quiero que sepas...
-Basta Rebeca... No te disculpes, soy yo la que debe disculparse, lo de ayer fue un gran error, jamás debí besarte - dije mientras ella se acercaba.
-No, no es eso, yo me sentía... - trato de decir mientras se sentaba al borde mi cama, pero la volví a interrumpir.
-De verdad Rebeca, ya no importa
- Asia...
-Eres la mujer de mi padre, te juro que no vuelvo a olvidarlo. – fue lo último que dije para luego entrar al baño y vestirme.
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PETRICOR
RandomUna mente enferma lo único que necesita es un tratamiento psicológico, pero para una psicóloga loca solo se necesito de una hermosa adolescente. Rebeca Jones reconocida psicóloga de 35 años entro en la vida de Asia Echeverri cuando apenas tenia 17...