CAPITULO 6

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Canción: Love is madness - Thirty seconds to mars ft halsey

¿Han tenido la sensación de tratar de no moverse mucho en la cama para evitar despertar a la persona que está a su lado? Bueno me estaba sucediendo lo mismo, estaba tratando por todos los medios de no moverme de mi lugar, del lado izquierdo de la cama, y aunque esta era bastante grande, se sentía en ese momento completamente reducida a un solo espacio.

Me quedo concentrada viendo el rostro de Dimitri, sus facciones, sus bellos totalmente rubios se asoman en una pequeña barba que empieza a aparecer, observo la argolla, ¡Por Dios! casada, y en ¡las Vegas! sigo sin creerlo.

- ¿No puedes dormir? – su voz ronca hace que me sorprenda, lucia estar en un sueño profundo y ahora resulta que esta despierto.

- Bueno..

- No muerdo rosita – como odio ese maldito apodo.

- No me llames así.

- Si no puedes dormir, dime que hago, te mando a traer un té, tu oso de peluche favorito, lo que sea, esto de "dormir" con alguien es nuevo para mí.

- ¿En realidad nunca haz dormido con nadie?

- Digamos que utilizo la cama con las mujeres con otro fin, pero no me quedo a dormir con ellas. ¿Para qué hacerlo?

- Ni se porque te pregunto esas cosas.

- Duérmete mejor – da un ligero giro dándome la espalda. – Mañana tengo cosas por hacer – susurra por ultimo antes de abrazarse a una almohada.

Idiota presumido.

El ruido de algo caerse, hace que despierte y la primera imagen que me llevo es la de una de las mucamas del hotel colocando la charola del desayuno sobre la mesa que está a escasos centímetros de la cama.

- Lamento haberla despertado señora – la chica recoge el tenedor que se había caído y lo sustituye por otro.

- Está bien, no tiene importancia.

- Me retiro entonces – la chica sale y me deja sola en la habitación, no hay señales del rubio por ningún lado, seguramente esta desde muy temprano en la mañana gritándole a quien sabe quién diablos por el teléfono. Opto por ir al baño y darme una ligera ducha, me cepillo los dientes y me recojo el cabello en una cola alta, me coloco unos jeans algo holgados con una camisa amarilla, y vuelvo a mirar la maldita argolla.

No es un sueño Rossalie, en realidad estas casada y te lleva la mierda – me repito para mis adentros, como si se tratase de un mantra. Creo que lo repetiré a menudo para que sea consciente de ello.

- Buenos días señora – Viktor me saluda, está parado en el centro de la pequeña sala que tiene la habitación, y me da una leve sonrisa.

- Buenos días Viktor y por favor no me llames así – ruedo los ojos mientras, muerdo una manzana que tome de la charola del desayuno.

- El señor ordeno, que le diéramos ese trato señora.

- Claro el "señor" ¿él es el que da las ordenes no?

- Así es.

- ¿Y donde esta el "señor"? – hago dos comillas con mis dedos y Viktor me da una leve sonrisa con mi acción.

- Esta abajo resolviendo algunas cosas con el hombre de ayer.

- ¿Con el mismo de ayer? es decir.. – evito mencionar que es el maldito cerdo asqueroso que casi abusa de mí.

Esencia RusaWhere stories live. Discover now