Esencia Rusa

CAPITULO 13

Canción: idfc - blackbear

No puedo decirle de mis sentimientos, no puedo revelar que también estoy enamorada de él, por la simple razón de que no puedo venderle falsas esperanzas de un futuro que quizás no se de. Así que decido mentirle, decido actuar como una maldita cobarde.

- Yo no puedo corresponderte – mis palabras le quiebran el corazón, lo puedo notar en la expresión de sus ojos azules, tan claros como el mismo cielo. Los siento, discúlpame Dimitri, pero es lo mejor para los dos, aunque se rompa mi corazón, al no decirte que también te quiero.

- No lo volveré a mencionar, te doy la razón, nadie querría a un hombre como yo, solo te pido que me dejes cuidar de ti – sus palabras suenan entrecortadas y serias, sé que no lo volverá a hacer, ha sido directo y sincero con sus sentimientos y se cuánto le cuesta admitirlo.

- Dimitri..– un nudo se crea en mi garganta, y el llanto amenaza con salir de nuevo, pero lo evito a toda costa.

- Es lo único que pido – sus palabras suenan tan francas y sinceras, jamás había visto esa faceta en él. Lo que hace después me deja sin aliento, se acuesta a un lado y me pide abrazarse a mí y se lo permito, permito que me envuelva en sus brazos, sintiendo el calor que me envuelve.

Fijo mi vista en sus rostro, y quisiera besarlo, Oh Dios es un hombre tan atractivo, tan varonil, su presencia de hombre intimidante e imponente, hace que mi sistema se desestabilice con tan solo tenerlo cerca, ninguno de sus roces me había provocado esa sensación, como la que estoy experimentado ahora,

Estas casada, te has enamorado del ogro y te lleva la mierda, estas casada, te has enamorado del ogro y te lleva la mierda...

No soy consiente en que momento me quedo dormida, porque para cuando despierto aún está a mi lado y llevarse su imagen como la primera muestra del dia, es lo mejor que podría sucederme, me muevo un poco y él en reacción abre sus maravillosos ojos.

- Buenos días ¿Quieres que llame a Tiffany para que suba el desayuno?

Asiento y le doy una suave sonrisa, mientras él me recibe con una de vuelta.

- La llamare entonces, no tardo – se levanta dejándome apreciar su perfecta figura, alto, una espalda ancha, su cabello rubio alborotado, y las mangas remangadas de su camisa, aunque este recién levantado, luce como un maldito dios griego.

Dimitri pasa levemente sus manos por sus cabellos, los peina con sus dedos y se acomoda un poco su camisa, acto seguido sale de la habitación, me quedo con una sonrisa de estúpida dibujada en mi rostro, porque en el fondo de mi corazón, quería esto, quería su compañía, y quería que las cosas regresarían a la normalidad, no olvido que le partí el corazón mintiéndole en que no estaba enamorada de él, pero no quiero que más adelante quizás no lo pueda acompañar, él merece ser feliz, Kostantin evito que fuera el hombre que deseo ser y lo empujo a vivir en el mundo oscuro que lo rodea, sin embrago es un hombre maravilloso y aunque posea un temperamento de los mil demonios, tiene sinceros sentimientos.

Tiffany llega al poco tiempo, con la charola del desayuno y la extiende en la pequeña mesa, no es la única que nota que las cosas han cambiado.

- Se ve de muy buen ánimo hoy señora – me dice mientras me entrega un vaso de jugo.

- Las cosas se han arreglado o al menos eso creo.

- Yo creo que si se solucionarón, no es la única que está de buen ánimo, el señor ha cambiado la expresión en su rostro, él solo se preocupa por usted.

- Debería empezar a hacerse la idea de que algún dia lo abandonare.

- Deje de decir esas cosas, ¿porque es tan dura consigo misma?