CAPITULO 36

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Canción:find my way back to you - eric arjes

La vida está llena de buenos y malos momentos, algunos mejores que otros, y otros no tanto, justo ahora me encuentro delante de la imagen de un solo recuerdo. La primera vez que conocí a Dimitri.
Era un total desconocido para mí, estaba asustada por lo que sucediera en ese bar, me veo allí, como si fuera ese día, y todo pasa en modo lento, como termine aceptando el irme con él, como confié en sus palabas, era una chica ingenua en ese momento, una chica inocente y eso era lo que siempre él me recalcaba, sin embargo, acepte irme y ahora encuentro al razón, confié en éñ por qué nunca en mi vida había sentido tal cosa al ver un hombre como él en mi vida, porque desconocía lo que me esperaba a su lado.

Nuestra relación no ha sido la mejor, nuestro matrimonio ha pasado por tantas cosas que cualquiera renunciaría a seguir adelante y aun así hemos enfrentado todo juntos, y descubro que aún tengo razones para seguir en este mundo.

Una chispa de electricidad recorre mi cuerpo en ese instante, no sé cómo explicarlo solo que siento unas fuertes manos rozar las mías, abro mis ojos lentamente y lo veo, su cabello rubio luce alborotado, sus ojos oceánicos lucen fijos en los míos, una sonrisa se dibuja en sus labios, la sonrisa mas hermosa que han visto mis ojos.

- Despiertas - es lo único que me susurra.

- Los be..

- Están en la incubadora, Sebastyan nació un poco más pequeño que Dani.

Mi rostro refleja preocupación, pero me calma con sus palabras:

- Es normal, no te preocupes, estarán bien, pero tendrán que quedarse los tres por al menos un mes. Tu por la falla, y ellos por nacer prematuros.

- De acuerdo - susurro.

- ¿Cómo te sientes? - pasa su mano por mi mejilla, y doy una suave caricia en respuesta.

- Como si me hubieran atropellado - bufo.

- Estuviste muerta clínicamente, me rendí en esa pequeña esquina de la habitación llorando como un niño, el hombre fuerte y de hierro, se fue a la mierda, supe en ese momento que no era fuerte, que era débil. Y después cuando el medico dijo que habías vuelto en si... volví a sentirme vivo, porque eres tu la razón para sentirme vivo.

Paso mis dedos por sus cabellos, imaginar a Dimitri en ese estado me parte el corazón, el imaginar cuan asustado, derrotado e imponente se sentía en ese instante me rompe el corazón.

- Quiero verlos - susurro-. Quiero ver a mis bebés.

- Por supuesto, esperaremos que la enfermera venga, para que los veas desde la incubadora, tendrás que amamantarlos y hacer de mamá canguro hasta que podamos llevarlos a casa.

- Solo quiero verlos, quiero ver sus ojos, quiero tocarlos, quiero saber que son reales.

- Lo son - sostiene mi mano y la besa-. Son hermosos como tú.

Camino a paso lento con su ayuda hasta el área de incubadoras, y los veo, son tan pequeños, están dormidos, tienen el cabello claro, son hermosos, una lagrima se me escapa, me siento culpable de que no nacieran a los nueve meses, no pude llevarlos mas conmigo, lloro de verlos, allí, lloro recordando cuan asustada me sentía en la sala de partos, sin sostener la mano de Dimitri, de cuan doloroso fue verlo derrumbarse detrás de esa pared de vidrio.

Sus manos recorren mi hombro y limpian mis mejillas, mientras me apoyo y dejo escapar mis lágrimas en su regazo, me siento como una tonta, me siento como una niña que pierde su helado.

- No llores, ellos están bien, solo necesitan recuperarse.

- Les falle - susurro.

- No les fallaste has sido la mejor madre, y lo serás siempre.

Esencia RusaWhere stories live. Discover now