Esencia Rusa

CAPITULO 15

Canción: I bet - Charlotte Lawrence

-Es lo mejor, acepta la ayuda de tu padre - tomo su rostro entre mis manos, todo luce hermoso en él, todo absolutamente todo. - Así podrás salir de este problema.

- Prefiero que la policía me busque a aceptar la ayuda de ese maldito.

Cierro los ojos y sigo mi camino hasta la habitación para empacar mis cosas.

- ¡Rossalie!  - me grita mientras me ve sacando las cosas del closet. - Tú no irás a ningún lugar ¡eres mi esposa!

- Es la solución a tu problema.

- Yo soy el que busque una solución no Kostantin. Tú te quedas aca y es lo último que diré - Dimitri cierra la puerta de un sólo golpe y escucho como cierra con llave.

- ¡Dimitri! ¡Dimitri! - el estúpido me dejó encerrada, sólo espero aque no le haga nada a su padre, pude ver la furia en sus ojos, no era de este mundo su actitud de hombre furioso contra su progenitor.

Me apoyo en la puerta esperando a que entre, los minutos pasan y con ellos las horas, me encuentro inmóvil, porque no se que haya sucedido.

Los pasos me alarten y me alejo de la entrada para que el ruso entre al poco tiempo.

- ¿Qué ha sucedido?

- Kostantin se ha ido, ese tipo no volverá a cruzar esa puerta - el ruso se dirige hasta el baño tirando a un lado su camisa, dejando a descubierto su torso perfectamente diseñado.

Me siento en la cama a esperarlo se que está enojado este día se mezclaron todas las cosas, primero mi respuesta y actitud ante mi enfermedad y segundo mi decisión de irme.

Dimitri sale al poco tiempo con su cabello alborotado, toma la toalla entre sus manos y la coloca alrededor de su cuello limpiandose el rostro con ella, para después acercarse hasta la puerta de salida.

- ¿No dormirás hoy acá?

- Esta vez no - dice seriamente y acto seguido sale de allí sin pronunciar otra palabra.

***
Los días han pasado y se que Dimitri está enojado conmigo, son muy pocas las palabras que cruzamos el uno con el otro, y su presencia en las empresas no ayuda mucho para que podamos dialogar.

Le pedí a Erica reunirnos para pasar una tarde juntas, ya que me aburría mucho estando sola en la mansión.

- Eres la mujer más tonta que conozco - repone tomándose un sorbo de su café.

- Oye..gracias se supone que soy tu amiga.

- Lo siento Ross pero es la verdad, ¿eres consiente de que tu esposo parece salido de una revista de Calvin Klein, es frío como un maldito glaciar y cuando se confiesa, le niegas lo que sientes? Es una completa locura.

- Yo estoy con Dimitri por empleo.

Erica rueda los ojos.

- Estás enamorada de él, y él de ti, aparte de eso no se te ocurre mejor idea que mencionarle que posiblemente lo dejes  viudo antes de tiempo - Erica bufa. - Con razón esta enojado, hasta yo lo estoy, debes ser feliz y tu felicidad es al lado de él, olvídate de la maldita enfermedad por un puto segundo en tu vida y amalo o ¿esperas que otra mujer se quede con él? ¿Con qué derecho le reclamarias si lo rechazaste?

- Lo sé..

- No, no lo sabes Ross si lo supieras admitirias que sientes lo mismo que él, y  dejarías de ocultarlo.

- Me iba a ir de la casa - agacho mi cabeza. - Me iba a ir porque solo le he causado problemas.

- Te preguntaré algo ¿Él te ha dicho alguna vez que le has dado problemas?