CAPITULO 10

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1976

Cerré mis ojos e inhalé profundamente, solté el aire y me abracé a mi misma tratando de darme un poco de calor corporal, iban a matarme, tenía miedo de que en cualquier momento alguien me llamara por mi nombre y me reprendiera por estar fuera del dormitorio. Sentí una mano tocar mi hombro, chillé bajo y me volteé con los ojos cerrados y las manos en súplica.

—Lo lamentó, lo lamentó, me sentía mal y salí pero en este instante regresó, por favor no le diga a mis padres....—hable tan rápido que dudaba que la otra persona me hubiera entendido una sola palabra pero al no recibir respuesta, solo un silencio sepulcral, abrí un ojo y después otro.

Su sonrisa ladina fue lo primero que divise en mi campo, enceste un puñetazo en su brazo.
—¡Auch!—me susurró.

—Te lo mereces Black—frote mi manos nerviosa y las seque en mi pantalón.

—Bella dama ¿me acompaña?—hablo burlón.

—Eres un grandísimo idiota—reí levemente.

—No más que tú, eso es seguro Yaxley.

—Si nos encuentran aquí será nuestro fin—tomé su brazo y lo sujete con fuerza.

—Calma yo estoy aquí para cuidar tu sensual trasero—Lo pellizque—. ¡Ay!

—Eso es exactamente lo que me preocupa—hable mirando a todos lados en busca de profesores—. Bien vámonos—caminamos unos cuantos pasillos más y llegamos al séptimo piso, cuando me dirigía a la derecha el jalo mi playera.

—No, no está vez, vamos a otro lugar.

—Pero si nuestro lugar es la torre de Astronomía bruto—le susurré confundida.

—Hoy no—me guiño un ojo y jalo mi mano hasta que llegamos a....una pared.

—¿Qué mierda?—Lo empuje a lo que río, me sostuvo por los hombros y me condujo frente a esta.

—Bien ahora Kára, tienes que confiar en mi—hice un sonido burlón— solo esta vez—rodee mis ojos.

—De acuerdo—accedí no muy convencida.

Colocó sus manos en mis ojos.
—Ciérralos—me susurró al oído, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y en ese momento quise suspirar por la sensación pero me contuve y mordí mi labio—. Escucha mi voz y no los abras—sentí cómo se movió a mi lado y sujeto mi mano, ambos las entrelazamos y un silencio se formó entre ambos. Respiré.

Abrí un ojo y después el otro, olvidando la instrucción de Sirius pero cuando iba a reclamarle observé la gran habitación en la que nos encontrábamos, ¿dónde estábamos?

—Bienvenida a la sala de menesteres Kára—se colocó frente a mi y me sonrió.

—Vaya—abrí mi boca asombrada—. No conocía este rincón del castillo.

—Mis amigos y yo lo hicimos hace poco—río libremente—. Acá no nos pillarán, puedo asegurártelo.

—Querrás decir tú bola de idiotas—reí, tomó mi brazo y me mostró unas bolitas de colores guardadas en una caja—. Son pelotas de Gobstones—le sonreí a lo que me guiñó un ojo.

Una mesa con distintos círculos apareció a nuestro lado derecho.
—¿Cómo...

—Esta sala siempre está preparada para lo que necesitamos—nos dirigimos hasta ahí y tomamos ocho pelotas cada quien, dejamos la caja en el suelo y nos colocamos frente a la mesa y caminamos tres pasos para atrás.

—Estás acabada Yaxley.

—Ni en tus sueños Black—exclamé y tire una pelota que cayó cerca del agujero pero no entró en el. Bufé.

—¿Decías?

Seguimos tirando las pelotitas y el ganador fue Black, a lo que castigó me aventó cinco de las pelotitas que al chocar con mi piel explotaron. Grité, me miré y ahora estaba cubierta de pintura.

—O se me olvidó mencionar que estaban llenas de color—carcajeó Sirius al ver mi cara después salió corriendo. Corrí a tomar pelotas y lanzárselas, algunas alcanzaron a mandar su espalda pero intentaba darle en su cara, el se cubría con las columnas del lugar y también me lanzaba esas malditas cosas. En un momento Sirius tenía una escoba en su mano y salió volando en esta por la sala impidiendo que le lograra atinar.

—¡Maldito vuelve acá!—le grite intentando corretearlo—. ¿¡Cómo rayos tienes una escoba!?

—¡Para tener 16 años eres bastante torpe!, ¿no te lo dije antes?—recordé lo que me había dicho. ¡Click! Cerré mis ojos pidiendo, cuando los abrí recargada en la columna estaba lo que necesitaba, una escoba.

Me monte en ella y volé en el aire molestándome ante Sirius.
—Upps—me dijo y huyó pero ahora conmigo persiguiéndolo. Intente alcanzar su escoba y me fue difícil, tenía que rodear a veces las columnas. Lo perdí y busqué detrás de la columna en un momento me acerqué al suelo a buscarlo y sentí unas manos tomar mi cintura y bajarme de la escoba, pataleé tratando de zafarme mientras Sirius solo carcajeaba ya que me había sorprendido. Me elevó en los aires sabiendo que odiaba que me cargaran, hice un movimiento brusco que sentí como Sirius perdió el equilibrio y se cayó conmigo de por medio espere el inevitable golpe pero nunca llegó....

Despegué un poco mi cara de lo que fuera que sea y sentí una mano detrás de mi nuca entonces me di cuenta que Sirius me había abrazado a su cuerpo impidiendo que me golpeara, cayendo el al suelo y que también escondió mi cara en su pecho con tal de protegerme....entonces Sirius abrió sus ojos encontrándose con los míos y ambos permanecimos en silencio, mis mejillas se comenzaron a sonrojar y mis labios se entreabrieron soltando el aire, dejándolo escapar, mis latidos se aceleraron tanto que sentí salirse de mi pecho y me apené al pensar que sonaban cual tambores y Sirius estaba escuchándolos tanto como yo los sentía resonar en mis oídos, entonces cuando creí que la situación no podía hacerse más extraña Sirius comenzó a acercase a mi poco a poco y sentí su mano empujarme hacia él, suspiro en mis labios y finalmente me besó. Abrí mis ojos sorprendidos y sentí el suave movimiento de sus labios derrumbando todo muro de confianza típico de él ya que sus labios se mostraban inseguros y yo también lo estaba. Cedí, cerré mis ojos gradualmente, y moví mis labios, que también temblaban inseguros y juntos continuamos explorando.

Eran carnosos y suaves y aunque Sirius no era mi primer besó, era el mejor que había tenido en mis 16 años, disfruté la sensación de su cuerpo junto al mío y junté mi frente con la suya en medio del beso. Maldita necesidad humana.
Me separé y respiré sin despegar mi frente de él, escuchó su respiración agitada que en ese momento me parecía hermosa y entonces abrí mis ojos justo al mismo tiempo que el lo hacía y regrese a la realidad. Me sonrojé toda y me separé de inmediato, me quite de encima de él y levanté, toque mis labios analizando lo que acababa de pasar con los ojos mirando al suelo.....santa mierda.
Escuche a Sirius incorporarse.
—Kara....yo.......
Salí corriendo de ahí sin mirarlo al rostro. ¡Joder!

¡Había besado a Sirius.......!
¡Un Gryffindor.......!
¡Y me había ENCANTADO!

La Black que se enamoró de Potter IIWhere stories live. Discover now