CAPITULO 21

6.2K 497 296
                                    

Los días se convirtieron en semanas y las semanas pasaron volando, tanto que ya estábamos a finales de octubre. Las clases de Hagrid se desanimaron después del incidente con Malfoy lo cual muchos detestamos y las demás clases mantenían su curso normal, agregando que a muchos les empezaba a agradar las clases de Artes Oscuras por que Remus las hacía interesantes.

—Toma—agarre el papel entre mis manos—. Mas te vale portarte bien—asentí aunque el no me mirara.

—Remus....me pregúntaba....—vacilé.

—¿Si?—estaba escribiendo notas en su cuaderno.

—Veras....sabemos que-esto era muy incómodo, di una mirada al calendario pegado en su lado derecho—. Quería saber que harás cuando llegue la luna llena—interrumpió los movimientos, me miro fijamente a los ojos jugué con mis dedos nerviosa y balanceando mi cuerpo adelante y atrás, sabía que el tema de su cambio era algo delicado para él y que jamás terminaría por aceptarse del todo. Es por esa razón que en luna llena me quedaba con la familia Tonks, tenía una buena relación con ellos, eran mi familia directamente, los conocí a los días después de que mi tío me dejara con Remus, en ese entonces Nymphadora todavía iba a Howgarts después de graduarse sus visitas fueron más seguidas pero entonces cumplí los 11 años al año de graduarse y ahora solo la veía ocasionalmente.

—Tengo un lugar donde esconderme....en esas noches—me explicó sin despegar su mirada de mi—. Por lo cual no será un problema, espero...., y por si acaso Snape me ayuda a prepara la poción para contrarrestar el efecto—asentí y seguí mirándolo dudosa

—Aquella clase con el Boggart por un momento pensé....

—Yo también, que a Harry se le aparecería Voldemort, por suerte no fue así, ¿irá a Hogsmeade?

—No....—le dije triste y observé el papel que tenía en mis manos, era el permiso a Hogsmeade y en tinta fresca estaba la firma de Remus—. Huyó antes de que sus tíos muggles lo firmarán.

—Qué insensato de su parte a pesar de que no estaba enterado de Sirius, tal vez sea así mejor ___, no correría riesgo de esa manera...—suspiré.

—Lose....solo que ansiaba salir con el pero ya que.

—¿Necesitas algo mas?—volví a mirarle, negué con la cabeza y le regale una sonrisa de lado.

—No, gracias Remus—me dirigí a la puerta y la cerré tras mío, doble el permiso y lo guardé en el bolsillo de mi túnica, me fui directo a la torre de Gryffindor. Subí las escaleras y preparé la ropa que usaría mañana, para Hogsmeade, aunque estaba feliz había una parte de mí que no lo estaba, tenía una sensación de dolor en el pecho. Saque la cajita que tenía debajo de mi cama y la abrí, me senté en la orilla y contemplé con una sonrisa la imagen.

Éramos Harry y yo, una fotografía hecha por el mismo Hagrid al terminar nuestro curso el año pasado, teníamos las túnicas de Gryffindor puestas y ambos estábamos sonriéndonos mutuamente frente al tren, estábamos conversando, después notamos a la cámara y posar, fue entonces cuando Harry me acercó a él y me abrazo por los hombros revolviendo mi cabello, luego parecía que soltábamos una gran risa ambos. Era una fotografía preciosa, tenía que pedirle a Hagrid que me regalara una copia, no podía solo Potter quedarse con nuestro recuerdo, también sería bueno pedirle en la que aparecíamos los cuatro, pero mientras esto bastaría.

—¿Qué tienes ahí?—me preguntó Herms entrando en el dormitorio.

—Un regalo—rodé los ojos e intente guardar la foto pero Herms me la arrebato.

Me miro sorprendida y una gran sonrisa se extendió en su rostro.
—¿Para Harry, eh?—me miro pícara mientras subía y bajaba sus cejas, reí y le quite la foto.

—Bueno es que el día de su cumpleaños no le envié gran cosa, solo fue El Mago y el Cazo Saltarín, estaba de viaje y pobre entonces de mi Pecks, tendría que agotarse todas sus energía volando hasta el otro lado del mundo, el caso es que aunque sea puede compensar para navidad, solo me hace falta el marco, veré si lo puedo comprar mañana. Muy anticuado creo....al menos intento ser buena amiga.
Reí un poco desanimada.

—Yo te ayudo a buscarlo tú no te preocupes, a puesto a que Harry le encantará cuando la vea y más cundo sepa que desde hace tiempo lo planeaste—me sonrió—. A todo esto, nunca me mencionaste cuando es el tuyo, tu cumpleaños.

—No es necesario—tome mi pijama—. Ya paso.

—¡No lo celebramos entonces!—me miró horrorizada abrazo a su bola de pelos anaranjada con rayas, un tigre miniatura muy feo y naranja chillón. El gato se enojo.

—Nunca lo hago—la mire antes de entrar a tocador a cambiarme—. No son un buen recuerdo—entre. Hermione me hablo a través de la puerta.

—Dime que día, aunque sea para la siguiente regalarte algo bonito—reí—. Anda.

—6 de agosto Herms, ahora déjame mear en paz—le grité, su risa se escuchó y golpeó la puerta una vez.

—¡Disfruta tú pis!

La Black que se enamoró de Potter IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora