La Black que se enamoró de Potter II

CAPITULO 47

—¿Y ahora?

—Salvamos a Sirius—decretó Herms.

—¿Cómo?—continuó mi mejor amigo.

—Aún no lose...

Caminamos en el bosque, a una parte donde pudiéramos observar todo y analizarlo, Remus llegó al árbol inmovilizándolo al tocar una de las ramas y momentos después fue Snape quien entró detrás.

—Ahora a esperar—asentimos ante las palabras de la castaña y nos sentamos en posición de indio respirando por un momento la tranquilidad de la noche.

—Ahora es cuando no cuentas todo.

—Bien—resignada mire el cielo que empezaba a obscurecer.

Sin mirarlos, expliqué mi vida hasta ahora, vivía con mi madre y mi tío, hasta que ambos murieron en un accidente, no quise mencionar que la asesinaron en mi cumpleaños, sería muy incomodo más de lo que ya es. Termine a cargo de uno de mis padrinos ya que no estaba mi papá, Remus Lupin, el cuido de mi e incluso ahora lo hace, admití que sabía el hecho de que mi padre era Sirius Black y estaba en Azkaban pero apenas este año supe el "porqué", cuando me enteré mi apoyo fue completamente para Harry, cuando desaparecí por una hora o más en Hogsmeade expliqué que fue ese día cuando lo conocí, al principio no pensaba en que fuera inocente sino fue hasta que Harry me mostró el mapa y descubrí paso a paso la verdad. Termine mi relato sin despegar mi mirada del paisaje, del castillo, recordando las dulces palabras de mi papá.

—Hice mal en juzgarte—rompió el silencio Harry.

—Tenías tus razones, no te preocupes—sonreí de lado, mostrándole que soy sincera, tal vez de haber estado en sus zapatos hubiera reaccionado igual, me levante y camine en dirección a Buckbeak, acaricié con cariño su cabeza con una sonrisa apenas notable, parte de mi se alegraba parte de mi no, y el porque nose. Tal vez el hecho de que jamás llegaría a ver a mis padres juntos, como en las fotos. Un grupo de vampiros salió y Buckbeak los atrapaba, sentía la brisa de la velocidad a la que volaban, y es ahora cuando deseaban poder hacerlo, para olvidar todo unos instantes.

—Ya estamos saliendo—aviso Herms, no mire, me mantenía entretenida con Buckbeak jugando, esta criatura maravillosa es como un amigo que no necesite comprender, es más, siento como si ya lo conociera. Voltee a ellos y Harry me miraba con una sonrisa enternecedora, deje a Buckbeak y me acerque de nuevo—. Escuché que Snape dijo que solo un mago con extraordinario podía hacer ese hechizo.

—Era papá....

—¿Porqué me miras tanto?—pregunte llegando a su lado.

—Por nada....—había un brillo especial de felicidad a través de las gafas, gire mi cuello dándome cuenta de que Remus estaba convirtiéndose en lobo, todo pasó como un Flashback, se repetía todo exactamente como lo vivimos. Harry le lanzó una piedra, iba a dirigirse a él cuando un aullido muy extraño interrumpo al hombre lobo.

—¿Qué crees qué haces?—intenté quitar sus manos de su boca, traté de evitar que siguiera haciendo un aullido de lobo fingido, es una mala idea, no logre que se detuviera.

—Salvándoles la vida—el lobo pareció escuchar que alguien de los suyos lo llamaba y ahora....

—Ahora viene por nosotros—dijo Harry.

—Si...no lo pensé bien—siguió Herms nerviosa—. Corran.

Aceleramos el ritmo tanto como pudimos, no queríamos morir pero ahora por mi propio tutor, nos decidimos por escondernos detrás de un árbol de anchura larga lo suficiente para taparnos, sentimos las patas del lobo muy cerca, estaba buscándonos, o bueno, tal vez a alguien de su misma especie que en realidad no existía. Herms es la que se asomaba con cautela para no ser vista, cuando el lobo empezó a cruzar cerca de nosotros, ella nos indicó que fuéramos rodeando el árbol, una vez escuché de un juego muy parecido a esto, ¿la diferencia? El lobo es real.