Te quiero

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Wheein dejó que se notara su expresión de sorpresa, nunca esperó haberse encontrado otra vez con aquella chica que conoció hace alrededor de 3 años.

Verán.

Wheein y Hani se conocieron en una escuela de arte hace 4 años, donde como ya saben, Wheein estaba haciendo su práctica.

Un día común y normal, Wheein chocó con alguien en el pasillo y arrojó sus libros al suelo, entonces al recogerlos ella tocó la mano de aquella persona y se la creyeron.

Así no va la historia, no te ganas el amor de alguien chocando con esa persona y botando sus cosas al suelo, eso es una basura.

Te lo ganas acosándolo por whatsapp.

*Tips de seducción con Autora-sama*

¡Sigamos con la historia!

Sí, Wheein y Hani efectivamente se conocieron en la escuela de artes, en la que Wheein enseñaba literatura y sí, ellas tuvieron algo en esos tiempos.

Digamoslo de una manera más sencilla.

Wheein tuvo una alocada noche con Hani disque "para conmemorar la última vez en que se cruzarían sus caminos".

Pero no se equivoquen, Wheein toda la vida sintió atracción por los hombres.

Toda la vida hasta ese evento en particular.

Por eso la visita de Hani era tan alarmante para Wheein, sobre todo que ahora estaba mucho más linda que como ella la conoció; y es que ni siquiera se parecía a la chica de la foto, ahora estaba mil veces más atractiva.

Wheein sintió que le iba a dar un ataque.

—Así que... Hani—Dijo como si hablara en automático— Pasa, por favor

Hani le sonrió dulcemente y entró al apartamento.

—Muchas gracias—Dijo poniéndose justo frente a Wheein, mientras la miraba de arriba a abajo y luego se centraba en su rostro—Los años no pasan encima de ti, eh

Wheein se sintió extraña, Hani ahora le sacaba como 10 centímetros cuando antes a penas eran unos 3.

—No te pareces a ti —Dijo antes de reírse de manera nerviosa— toma asiento en...— Wheein miró el apartamento buscando un lugar decente en el que Hani pudiera sentarse —Deja que desocupe un sillón

El apartamento entero estaba tapado en libros y hojas de papel, pero Hani no parecía ni sorprendida ni incómoda.

—Así está mejor—Dijo Wheein luego de que desocupó el sillón—¿Te puedo ofrecer algo para tomar o para comer?

—No gracias, no tengo hambre, tampoco sed—Dijo dulcemente, parecía feliz de estar ahí.

Wheein pensó en que estaba bien y luego sintió a su estómago rugir con fuerza.

—Pero parece que yo sí, así que voy a buscar algo en mi refrigerador—Dijo antes de ir a la cocina— Y tú vas a comer conmigo

—Pero-

—Sin peros, no quiero comer sola—dijo desde la cocina—Además, por lo que recuerdo, tú siempre tenias hambre

Wheein no lo vio en ese momento, pero Hani se sonrojó y sonrió, el comentario la había hecho realmente feliz.

—Pensé que no me recordabas—Dijo.

—Soy muy mala con los nombres y las caras, no con las personalidades

Relatos de una letrista. [Wheesa]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt