Día 12 Wheein

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Estaban ambas en el apartamento de Hani, abrazadas mientras veían vídeos musicales aleatorios en la TV.

—Me gusta la música suave, como los sabores suaves y en realidad, hay pocas cosas que me gustan que no son suaves

Hani comentaba esas cosas de manera aleatoria, tratando de comenzar una conversación profunda acerca de cualquier tema que Wheein quisiera profundizar. Muchas veces funcionaba, ahora no, pero muchas veces sí.

«Me pregunto si le encontrará algún contexto a lo que dice o simplemente trata de enseñarme cosas irrelevantes sobre su persona» Wheein trataba de concentrarse, pero no podía alejar esos pensamientos cada vez que Hani abría su boca.

Hoy no estaba de humor.

El apartamento estaba desordenado, así que luego de un par de canciones, Wheein decidió distraerse ayudando a Hani a limpiar.

—Wheein —Preguntó Hani mientras sacudía los cojines que habían caído al suelo.

—¿Si? — Wheein hablaba sin siquiera mirar a Hani, algo la tenía baja de ánimo. No entendía por qué estaba así, entonces le atribuyó todo a las malas energías que la habían estado rodeando últimamente.

—Yo... —Hani no sabía cómo preguntar— Eres muy buena con los niños ¿Nunca pensaste en tener hijos?

*CRASH*

El vaso que se encontraba entre las manos de Wheein, terminó hecho pedazos en el suelo.

—¡Lo siento tanto! — Wheein comenzó a recoger los vidrios con las manos y Hani fue junto a ella para ayudarla— Yo... No logro concentrarme, estoy en uno de esos días extraños

—Oh, claro, lo entiendo —Hani le sonrió— Está bien, deja que limpie esto ¿Te sirvo algo?

—Agua estaría bien, gracias... Lo siento por el vaso

Wheein fue de vuelta al sofá, mientras Hani se quedó limpiando el suelo, cerca de la cocina. Respiró hondo, pensando en lo que le había preguntado Hani y en lo incómoda que se sentía con eso.

«Ella quiere tener hijos... Esto no va a terminar bien»

La cabeza de Wheein se estaba volviendo un lío, no le gustaba para nada el tema de conversación. Todo en ese momento le estaba recordando a su madre, quien decía que al cumplir los treinta ya debería tener uno o dos hijos, un trabajo estable y un esposo. Esa idea no le gustaba en absoluto, empezando porque no estaba en una relación con un hombre y porque cuando lo estuvo, tuvo el drama de su vida, combinado con otro drama más grande.

~Flashback~

—Wheein, yo... lo siento, de verdad no quise que... ¡Prometo que me haré cargo! —Thomas la abrazaba mientras le acariciaba el cabello, ambos lloraban, encerrados en su cuarto.

Wheein estaba deshecha, todo su futuro se veía borroso, no sabía qué hacer. Desesperada era poco para lo que estaba sintiendo, podía percibir la electricidad de sus nervios pasando por todo su cuerpo, el estrés que estaba sufriendo era tan fuerte que su cabello comenzó a debilitarse.

Pasaron dos días luego de la primera prueba de embarazo y decidió hacerse otra, está vez salió negativa.

Thomas compró otras tres pruebas de embarazo, las tres salieron negativas. A Wheein le volvió el alma al cuerpo, nunca antes había sentido tanta desesperación en toda su vida, porque en ninguna circunstancia hubiera querido tener un hijo. Durante esa semana crítica, pensó seriamente en la opción de abortar, odiaba pensar en si misma sólo como madre a futuro ¡Su vida no tenía que detenerse ahí!.

Relatos de una letrista. [Wheesa]Where stories live. Discover now