CAPITULO 9

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Canción: glimmer of blooms can't get you outta my head

La vida de Giorgio sigue siendo tan enigmática y misteriosa como su misma presencia, no sabía el que porque me estaba haciendo esas preguntas, ni mucho menos a que se refería con ellas, podía esperar cualquier cosa de él, porque de una cosa estaba segura,era un manipulador de primera.

- No lo sé - respondo finalmente a su pregunta-. Haz demostrado mucho con tus acciones últimamente.

- Tal vez no debí mencionarlo - bufa y aparta un mechón de su cabello castaño.

- Me voy a casa, gracias una vez más, te debo una camisa - señalo la camisa que me queda extremadamente ancha y el da un gesto de irritación.

- ¿Piensas irte con eso?- enarca una ceja.

- Si y conozco el camino hasta mi casa, así que no pretendas llevarme - salgo de allí y me dirijo a la salida de la mansión, los dos hombres que están en la entrada lo miran fijamente como si pidieran su permiso para dejarme marchar, da un gesto con su mano y ellos abren la reja, dejándome salir de allí, respiro tranquilamente y ni me molestó en devolver mi vista hacia él.

Tomo el primer taxi que veo, eventualmente no podía aparecerme en mi casa con la camisa de un hombre puesta, asi que lo más fácil era irme a mi nuevo departamento y textearle a Leo para que consiguiera algo de ropa para mí.

Cuando el chofer me deja en la entrada de mi departamento, subo de manera rápida para poder cargar mi móvil. La camisa que tengo puesta esta impregnada de su aroma.Él no es claramente el hombre que una mujer buscaría para mantener una relación o si quiera salir como lo hacen las personas normales, es el tipo de hombre que evitarias a toda costa toparte, pero supongo que lo misterioso, intimidante y varonil de su figura, el modo de hablar de las cosas, le gana a mi cordura.

Cuando mi móvil por fin resucita de su trágica noche, la pantalla deja ver cientos de mensajes de mi padre, de Luciano, de Leo y otros de Giorgio. De seguro antes de que me encontrara echa un desastre en esa calle.

Debo ser un imán para que siempre me encuentre en situaciones comprometedoras.

Le escribo un mensaje a Leo pidiendole su ayuda en mi metida de pata, creo que  este mundo no alcanzará para pagarle los inmensos favores que ha hecho por mí.

Él enseguida me devuelve un mensaje de texto en el cual se compromete a ayudarme, un poco más relajada me tumbo sobre el suelo de madera sintética que hay en el apartamento, es increíble que me haya llevado hasta su casa y que ahora venga y me diga esas cosas, sonaba sincero pero  una parte de mi se niega a creerle.

Paso cerca de treinta minutos cuestionandome todo lo que envuelve a Giorgio Bonatti, todo lo que siento cuando estoy con él, esa noche hubo una especie de conexión, una que iba más allá de tener sexo.

Era tan diferente al hombre que me encontré en la mañana sentado al lado de dos mujeres, era un hombre diferente con el  cuál había pasado la noche.

***

Entrar en razón a mi padre acerca de que ya no soy una niña es muy difícil, después de pagar las primeras dos cuotas de alquiler, decidí empacar mis cosas e irme de la casa.

Mamá estaba al corriente de mi decisión, pero mi padre, mi padre estaba colerico, y esa es la razón por la que está gritando por toda la casa evitando que me vaya de allí.

- ¿Sigues con la tontería de irte a vivir sola y por tu cuenta?

- No es una tontería, es la realidad -  digo mientras bajo los escalones de la casa con la última maleta hecha.

Deseo ItalianoWhere stories live. Discover now