CAPITULO 21

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canción: grande amore - il volo 

Decir que me estaba tomando la noticia con calma, sería una mentira porque no lo estaba haciendo, me sentía asustada, y temerosa de lo que pudiera suceder, pero después fijo mi vista en Giorgio, y su mirada es diferente, me transmite siempre tranquilidad, es como si adivinara que es lo que más necesito en ese momento.

- Voy a arecer una abeja con su trasero al revés – sonrio mientras estoy apoyada en sus hombros.

- Te aseguro que te verás más hermosa de lo que ya eres principessa.

- Siento haber desconfiado de to, no fue la mejor decisión que pude tomar.

- Pero viniste y aunque estaba furioso porque estuvieras aquí, no pida negarle a mi corazón que necesita verte de nuevo – sus manos trazan círculos en mis cabellos rubios mientras su vista se fija distante y lejana de la mía en la ventana del auto.

- Sé que algo no anda bien – musito y aprieto su mano.

- Solo quiero que estés bien, que tú y el bebé estén bien es todo.

- Giorgio no puedo dejar el trabajo en Londres abandonado, Devan ha confiado en mí.

- ¿Devan? – enarca una de sus cejas-. ¿Quién es Devan?

- Mi jefe, se supone solo me ha dado el fin de semana, debo hablar con él.

- ¿Piensas que te dejare ir sola a Londres y embarazada? Descansaras y arreglare lo de tu trabajo.

- Giorgio, creo que soy yo la que debe hablar con Devan, le enviare un e – mail cuando lleguemos a la casa.

Hemos llegado a la mansión, ver el hermoso viñero me da cierta paz, sigo sin creer que la formula se haya encontrado, Massimo nos acompaña hasta la entrada pero desaparece en cuanto Giorgio le da algunas indicaciones de seguridad.

- Hablare con Gabriella, le dure que prepare una habitación para nosotros en el primer piso, así evitaras subir escaleras.

- Gracias – le doy un suave beso en la mejilla mientras me rodea con sus brazos.

- Desde hoy, te juro que no tendré consideración con nadie, y Claudia entra dentro de ello – sus palabras suenas llenas de coraje, de ira y de odio hacia ella-. Ya le he dicho a Massimo que si viene la haga asar a mi oficina hablare personalmente con ella.

- Esa mujer.. no quiero que esté más cerca de nosotros.

- No tienes por qué preocuparte por otra cosa que el estar bien – sonríe y poza sus manos en mis hombros-. No se te nota nada – me acaricia el vientre.

- Di lo mismo en dos meses – le guiño un ojo y me siento en el sofá de la sala.

- ¿Señor me ha llamado? – la voz de Gabriella se hace presente está limpiándose las manos en el delantal y luce apresurada.

- Si, necesito que por favor organices una habitación para nosotros en el primer piso, Alessandra está embarazada y no puede tener recaídas, ni impresiones como las de hoy.

Gabriella sonríe como si fuera irreal lo que estuviera escuchando.

- Sí señor,

- Y Gabriella.. – se queda un momento penando-. Tu claramente sabes más de esto que yo, así que puedes ser de grana ayuda en hablar con Alessandra.

- Señor Bonatti, me encargare de todo. De hecho hay una habitación de huéspedes en el primer piso, no es tan grande como la suya pero sin duda es cómoda.

Deseo ItalianoWhere stories live. Discover now