CAPITULO 14

137K 8.6K 1.5K
                                    

canción: Shawn Mendes - Perfectly Wrong 


No encontraba explicación alguna por la que Giorgio estuviere allí, la expresión del hombre que tengo en frente está lejos de ser la que veo siempre, luce intimidante, tenebroso y oscuro, luce como si fuera otro.

Mientras aún me encuentro en el suelo, temblando, nerviosa, y con miles de preguntas por resolver. Él se acerca hasta done me encuentro, toma al hombre del cuello de su camisa y lo arroja a un lado, quitándomelo de encima. Todo pasa tan rápido, en cuestión de segundo se encuentra cubriéndome, ha quitado su saco de perfecto color azul mediterráneo para colocarlo encima de mi desnudez, sus manos se pasan por mi rostro y me da una leve sonrisa.

- Todo va estar bien.

- ¿Como?...

- A Massimo no se le ocurrió mejor idea que inventar que el terror de Venecia estaba acá, era la única forma de entrar.

- Sigo sin entender.

- Esa escoria- señala al hombre-. Esa maldita sabandija va morirse hoy – aprieta sus puños y vuelve a fijar su vista en el hombre al que ahora están sujetando dos hombres.

- ¿Giorgio que vas a hacer? – musito tomando su mano, antes de que cometa cualquier cosa, cualquier estupidez.

- ¡Lo voy a matar! – sus palabras escupen el odio y la furia que lo invaden.

- No eres un asesino – aprieto su mano y él solo fija su vista en mí, trasmite tanto con su mirada, como si deseara decirme algo, algo que aún no descubro como si estuviera conteniéndose por mostrarme otra faceta de él.

- No, no lo soy – sonríe y besa mis manos-. No lo seré por ti – me da una sonrisa y me ayuda a salir de allí, se detiene en frente del hombre y le arroja una patada en su entrepierna para después murmurarle algo a su oído, da una sonrisa y ahora se dirige a su jefe de seguridad-. Ya sabes que hacer.

Subimos a su auto, conduce a toda velocidad mientras su vista sigue fija en el volante, tiemblo ene la siento del copiloto, pasa sus manos por las mías y señala las marcas que han dejado mordido por las cuerdas.

- Te has lastimado.

- ¿Como supiste donde estaba?

Da un largo suspiro.

- Me encontré a tu amigo, Leo en la plaza, dijo que estabas con él y después desapareciste. Rastree el GPS de tu móvil supe que algo no andaba bien, entonces te encontré con ese maldito cabron encima de tuyo.

Las lágrimas salen de mi automáticamente, todo esa experiencia ha sido horrible, el imaginar a ese hombre, pudo ser peor. Y todo porque mi padre le debía dinero, ¿Qué tipo de negocios hace mi padre?

- No llores limpia mi mejilla-. Vas a estar bien. Te llevare a un hospital.

- Estoy bien solo quiero recostarme – volteo mi vista hasta la ventana.

- Deberíamos..

- Estoy bien, no quiero ir a un hospital donde me harán un sinfín de preguntas, solo para sentirme peor.

- De acuerdo – desvía el auto-. Solo que iremos a mi casa.

Una vez adentro, deja que suba la habitación, me siento en el orillo de la cama, me siento vacía en ese instante, quiero asimilar todo lo que ha pasado, los negocios de mi padre, el secuestro, la reacción de Giorgio, su aparición de la nada. Algo en mi me dice que no es simple coincidencia, y si Giorgio ¿en realidad conoce a ese hombre apodado el terror de Venecia? O ¿si él es..? No quiero ni siquiera imaginarlo, él no es ese tipo de hombre, es dulce, es atento, jamás lo he visto en el papel de un criminal, asesino y mafioso que atemoriza a los demás. Él no es ese hombre, no lo es.

Deseo ItalianoWhere stories live. Discover now