Capítulo 5. A punto.

47.2K 2.4K 634
                                    


CALLE

Fue sorpresivo, no tenía conocimiento de que Mario había echo nuestro reciente noviazgo público, ni siquiera a Paula le había alcanzado a contar. Su cara al escuchar lo dicho por Saak fue sorpresiva, solo me alzó la ceja en forma acusativa. Sabia que le debía una larga explicación y tenía que prepararme mentalmente para contestar todas sus dudas.

Con Mario nos hicimos amigos desde que llegué a Los Angeles, en el colegio para ser exacta. Nuestra relación comenzó gracias a Saak, debido a que él nos presentó en el salón de clases y desde ese día nos volvimos inseparables, hasta el día de hoy.
Nunca se me había cruzado por la cabeza mirar a Mario con otros ojos, no porque no lo encontraba atractivo, si no que estaba tan acostumbrada a que fuera mi amigo que no lo podía mirar de otra manera. Pero eso cambio el día en que me tocó besarlo en un juego, un juego de niños que hizo que sintiera cosas que nunca antes había sentido por alguien.
De verdad me gustaba.
Y me sorprendió mucho el día en el que me pidió que fuéramos novios.

*FLASHBACK*

Mario me había llamado, parecía nervioso y ansioso, lo sé, mala combinación.
Se me hacía raro que me llamara un miércoles a las once de la mañana, él deberia estar trabajando y no llamándome para que nos juntemos en el parque cerca de mi apartamento. Pero que va, me intrigaba lo que me tenía que decir, según él, ya no podía callarlo y necesitaba contárselo a alguien, ¿Y a quién más que a su mejor amiga?. Debe ser muy importante para que me citara con urgencia.

Tomé las llaves de mi apartamento junto con mi teléfono, había llegado de correr, solo logré darme una pequeña ducha y ponerme lo más cómodo que encontré en mi armario. Salí rápidamente del edificio, crucé la calle para llegar al parque. Este lugar era significativo para nosotros, para todo el grupo en general, siempre veníamos aquí para jugar después del colegio, guardábamos excelentes recuerdos de el.
Me senté en una de las bancas que estaban desocupadas, independientemente de la hora, el parque se encontraba completamente vacío, solo se sentía la brisa helada y ese olor a flores que era peculiar. Era muy sencillo, estaba rodeado de arboles, arbustos y unos juegos multicolor típicos de los que se encuentran en el parque, resfalines, columpios y demás. Sentí un cuerpo sentándose a mi lado.
-Hola Dani- dijo Mario acomodándose en la banca y dándome un sonoro beso en la mejilla.
-¿Qué es lo que tanto querías decirme?- fui al grano- Tengo una junta con los de la marca para mi diseño de ropa- suspiré, él se reincorporó en su asiento, sus manos sudaban y temblaban-¿Está todo bien?
-Daniela no se como empezar esto...-dijo tomando mis manos entre las suyas, miré el movimiento que hacia con sus pulgares, que empezaron a acariciar todo el dorso de mis manos.
-Dilo rápido Mario, no tienes quince años- dije un poco fastidiada, le estaba dando muchas vueltas al asunto y me estaba volviendo loca, sumándole que mi paciencia es mínima-¿Qué pasa?.
-Te amo-soltó de pronto
-Yo igual te amo Mario, somos amigos-dije aún sin comprender. Siempre me ha dicho que me amaba, y yo lo amo a él, ¿Cómo no amar a una persona que conoces hace muchos años y es tu mejor amigo?. A pesar de los sentimientos que tengo por él, tuve que obligarme a no imaginar que iba a pasar algo más.
-No entiendes...
-Entonces explícame porque no estoy entendiendo nada y me estoy frustrando- fruncí el ceño.
-Capaz te suene loco, ni yo creo lo que estoy sintiendo pero de verdad me gustas demasiado- soltó rápidamente, ni Eminem rapeaba tan rápido.

Me costó procesar lo que estaba pasando, no dudo que me haya quedado más de dos minutos mirando a la nada.
Le gusto, me ama y no de la forma amistosa como yo lo había pensado.
¿Y ahora que mierda hago?
-Dime algo- habló ansioso, me miró a los ojos, traté de ordenar mis sentimientos que en esos momentos se encontraban a flor de piel, verlo me provocaba ternura y cariño.
-Me pillaste desprevenida- baje la mirada, solté mis manos de las suyas, tomé un mechón de mi pelo y lo pase detrás de mi oreja- Mario yo no se que decir...-¿Por qué me costaba tanto responderle que sentía lo mismo? Maldita sea, parezco una niña pequeña.
-Entiendo si no sientes lo mismo, solo tenia que sacarlo de mi sistema- comenzó a pararse para disponerse a ir. ¿De verdad Calle? ¿Vas a dejar que se vaya cuando sabes que sientes lo mismo?
-Espera Mario- tomé su mano para hacer que se volviera a sentar a mi lado-También me gustas- sus ojos se iluminaron, se acercó rápidamente y me besó.
Fue un beso raro pero no me disgustó, le seguí el beso durante un tiempo más hasta que él se separo.
-Sé mi novia- fue firme- Por favor- solo sonreí cual niña de quince años y lo volví a besar.
Y así fue como oficialmente salí con novio ese día.

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Kde žijí příběhy. Začni objevovat