La Chica Del 269 | Caché (Terminada)

Capítulo 16. Kathia.

POCHÉ.

Sus labios se movían a un ritmo totalmente indescriptible, eran suaves y tenían un toque de sabor a frambuesa. Cerré los ojos y me dejé llevar, sentía como si que algo estallaba dentro de mí y como un extraño hormigueo recorría todo mi pequeño cuerpo.
Sus manos se posaron en mi cintura tomándola con fuerza, acción que me hizo reaccionar tomando sus mejillas para profundizar el beso. No era pasional, era romántico, muy romántico. 
Sentí como lentamente se separaba de mí. Observe sus labios que estaban embarrados del labial que traía puesto en ese momento, era muy cómico como le hacía tener aspecto de un payaso.

-¿Poché, estás bien?- dijo ella sacudiendo una  de sus manos en frente de mi cara. Estaba con la respiración entre cortada y trataba de procesar que acababa de besar a Daniela-¿Poché?- tomó de mis hombros y comenzó a sacudirme, quería responder pero las palabras no salían de mi organismo- Pitufo, ya terminé.

-¿Qué... qué terminaste?- logré soltar confusa.

-De curarte, boba- habló ella alejándose de mi rostro . Y es hay donde caí en cuenta que Daniela estaba sentada frente a mí con el algodón en las manos. Estaba perfectamente arreglada con algunos pequeños revoltijos en su cabello debido a que me intentó separar de Camila.
Fruncí el ceño.

-¿Qué no estábamos allá?- le dije confusa apuntando a un lugar de la habitación mientras ella negaba con la cabeza en forma de respuesta, no entendía como de un momento a otro todo estaba como hace unos minutos atrás. Como si no hubiera pasado nada, como si nunca me hubiese besado. Las sensaciones que sentí en ese momento fueron tan reales, que de verdad anhelaba que lo que había pasado no fuera mentira.

-Te quedaste viéndome como estúpida unos minutos- dijo- ¿Estuvo entretenido Narnia?- bromeó sin reírse.

-¿Narnia?- pregunté confusa.

-¿Qué no me estás prestando atención?- se quejó con los brazos cruzados.

-Si, perdón- sacudí mi cabeza para aclarar mis ideas- Solo creí que...- me detuve para procesar lo que iba a decir. ¿Será buena idea decirle a tu jefa que acabas de imaginarla besándote? ¿Y lo había disfrutado? ¿Y que tengo unas ganas increíbles de lanzarme a ella para hacer ese sueño realidad?

-¿Creíste que?- habló elevando una ceja, botó el algodón que tenía en sus manos al mismo contenedor de basura que había imaginado. Se paró de su asiento y tomó su cámara tal cual había pasado.

-No, nada- me paré para seguirla- ¿Continuaremos?- pregunté, tenía miedo que de verdad haya considerado en esos minutos despedirme por convertir su estudio en un ring de boxeo cuando ella me advirtió que no quería pleitos.

-¡NO QUIERO!- gritó una voz detrás de la puerta y una Camila enojada salió azotando la puerta tras de ella. Giré mi cabeza para verla al mismo tiempo que Daniela, ambas mirábamos confundida a la peli roja.

-¡SOLO INTENTABA LIMPIARTE!- gritó Paula saliendo del mismo lugar igual de enojada que la chica anterior.

-¡ME HICISTE TRAGAR ALCOHOL!- observé como la peli roja tomaba sus cosas con rapidez, aun vestía el traje de baño con la que le tocaba realizar la sesión- ¡ME NIEGO A TRABAJAR CON GENTE COMO TÚ!.

Miré como Paula se reía con suavidad y me guiñaba el ojo. Con esa seña supe que todo lo había hecho a propósito, su objetivo era que Camila renunciara y lo estaba logrando. Al parecer Daniela había notado las intenciones de la castaña e intervino inmediatamente. ¿Por qué insistía tanto en tenerla como modelo? ¿Qué no la puede dejar ir y ya?