Capítulo 23. Desconocido conocido.

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POCHÉ.

-¿Daniela, estás ahí?- volvió a golpear Mario la puerta.

-Sí está- se escucho la voz de Kathia algo despacio. Daniela rodeó los ojos nuevamente. Mario volvió a golpear la puerta. Estábamos atrapadas, Kathia sabia perfectamente que nos encontrábamos las dos aquí y no entiendo por que en vez de sacar a Mario, lo estaba incitando a casi derribar la puerta.
Quería un momento a solas con Daniela y ni eso puedo tener.

Mario continuó golpeando la puerta, intentó mover la perilla que se encontraba con pestillo, no sabía en que momento Daniela le había colocado el seguro pero fue la mejor idea que pudo tener.
Nos encontrábamos en la misma posición, Dani relajó su cuerpo y lo apoyó completamente en la pared que se encontraba al lado de la puerta, solo la miraba divertida y su rostro no expresaba ningún sentimiento. Cerró los ojos y empezó a murmurar palabras poco entendibles para mis oídos. La verdad es que esperaba que abriera la puerta para lanzarse a los brazos de Mario, pero al parecer no tenía ninguna intención de lidiar con él ahora.

¿Sería oportuno que la volviera a besar?

-Daniela, si no abres la puerta, la voy a derribar- amenazó con una ronca voz- Camila ya me contó lo que pasó- dijo haciendo que Daniela quedara completamente helada. Pude notar como su cuerpo se tensó de una forma bastante extraña.
Sabía que Camila no perdería la oportunidad de hacer que Mario y Daniela pelearan para terminar, aunque su hipocresía es tan grande, pues prácticamente ella esta haciendo lo mismo.

Me importaba en lo más mínimo si Mario sabía o no lo que había pasado, él desde ayer lo sospechaba y ahora acaba de confirmar su teoría.

-¿Qué pasa?- salió la voz de Paula de fondo, supongo que saliendo de la ducha.

-¡Tu amiga! ¿Donde está?- le preguntó Mario, se escucharon los pasos de Paula acercándose a la puerta e intentar abrirla pero está no tuvo resultado.

-¿Hablas de Poché?- le preguntó la castaña- Le dije a Calle si me hacía el favor de probarle algunas prendas a Poché en la habitación, estúpido- le dijo Paula salvando la situación como siempre- ¿No es así, Calle?- preguntó Pau con un grito haciendo que Daniela reaccionara.

-¡Si!- dijo ella nerviosa viéndome fijamente- Casi terminamos- volvió a decir, se volteó para disponerse a quitar el seguro de la perilla pero antes me tomé el atrevimiento de tomar sus mejillas para volver a besarla. Si esto se vuelve algo cotidiano, no me molestaría en lo absoluto.

Ella otra vez no volvió a separarse, simplemente me siguió el inocente beso; podía sentir que a Dani igual le gustaba lo que estaba pasando y esperaba no equivocarme.
Mordí ligeramente su labio inferior provocando que de su boca saliera un pequeño quejido por el dolor. No sé de donde había sacado este atrevimiento pero me encantaba.

-Ya no más- me dijo Daniela en susurro -No se porque te dejo hacer esto- frunció el ceño succionando un poco su labio inferior, una leve gota de sangre salía de él. Sin prestarle mayor atención, se dio media vuelta para continuar con lo que hacía anteriormente. Abrió la puerta y vio a Mario con el ceño fruncido más prominente que he visto en mi vida y Paula al lado de él con una toalla alrededor de su cuerpo.

-¿Por qué no respondías?- le preguntó Mario a Daniela.

-Estaba ocupada, ya te dijo Paula- le dijo Daniela acariciando su mejilla.

-¿Qué te pasó en el labio?- preguntó él pasando su pulgar para contornear suavemente el labio de mi vecina, Daniela mordió su labio inferior para ocultar la pequeña herida.

-Se pegó cuando golpeaste la puerta, animal- solté de pronto. Mario me ignoró completamente para volver a mirar el labio de su novia.

Pau me dirigió una mirada curiosa mientras que Mario tomaba de la mano de mi vecina para llevarla a la sala de estar dejándome a mí y a la castaña solas.

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Where stories live. Discover now