Capítulo 45. Tener una oportunidad contigo.

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POCHÉ.

-¡Me encanta esta!- habló emocionada Kathia mientras observaba las fotos recién sacadas por mi novia que se mostraban en el computador.
Solo me digné a sonreírle y a seguir posando ante la cámara, la presencia de Kathia lograba incomodarme un poco, era mi amiga pero la tensión entre ella y Calle no me facilitaba las cosas.

Paula había llegado hace un buen tiempo, al principio no entendió la presencia de mi amiga rubia pero fue Calle quien le aclaró las cosas. Luego del gran sermón que me dió mientras me maquillaba y peinaba, me hizo entrar en razón que de verdad había cometido un error pero ya era demasiado tarde para remediarlo.

-¡Oye, rubia!- alzó la voz mi amiga castaña- Mejor tráenos un café- dijo y el ceño de Kathia se hizo presente.

-No soy tu asistente- gruñó.

-Entonces deja de hablar, a nadie le interesa lo que opinas- habló brusco pero su comentario me causó algo de risa, tuve que apretar los labios para evitar soltar una carcajada.

-No frunzas los labios, María José- habló mi novia seria y asentí para volver a concentrarme en mi trabajo. Calle era tan experta y profesional en esto que pareciera que lleva años de experiencia. Estaba posando para ella, quería provocarla y lograr que me perdonara por lo de Kathia, pero con la presencia de Pau y la rubia, me era imposible hacerlo.

-¿Y tú qué eres?- preguntó Kathia, esto se va a poner feo- ¿Secretaria de Daniela Calle?- estaba retando a Paula. La castaña la volteó a mirar y alzó una ceja, se paró lentamente con disposición a acercarse a mi amiga.

-Paula, por más que quiera que hagas lo que ibas a hacer, no quiero peleas- soltó Calle concentrada en la cámara. Miré a Paula quien rodeó los ojos y volvió a sentarse, mi amiga rubia sonrió y volvió a concentrarse en la pantalla del computador.  Mi novia se agachó para poder tomar las fotos de otro ángulo olvidando lo que acababa de pasar.

-Me duelen los pies, amor- hablé como bebé mientras refunfuñaba pero Calle me ignoró, estaba al parecer, bastante molesta. Hice un puchero, no por el dolor, si no porque Daniela no me tomaba en cuenta.

-Los tacos son de 7 centímetros, exagerada- habló Paula y la miré mal.

-No te hablo a ti- le saqué la lengua y mi amiga castaña giró los ojos divertida.

-Creo que es todo por hoy- suspiró Calle parándose para dirigirse al mesón donde estaba el computador quitando a Kathia instantáneamente.

-¡Al fin!- gritó Kathia- Que espera más eterna- comenzó a arreglarse mientras yo tomaba mis cosas- ¡Son las cinco!, tenemos mucho que hacer- se dirigió a mí y solo reí.

-No la cagues...- me susurró Pau al oído mientras pasaba tras de mí, carraspeé la garganta. Miré a Calle, quien estaba concentrada mirando las fotos de computador, seleccionando las mejores, se había puesto unos lentes de lectura que la hacía ver demasiado tierna.

Me acerqué a ella y la abracé por detrás rodeando su abdomen con mis brazos, estaba sentada lo que me facilitó llegar a la altura de su rostro sin mayor esfuerzo. Ella no se negó ni se retiró pero tampoco volteó a mirar.

-Kathia, ¿Me esperas afuera?- le pregunté y ella algo dudosa asintió y se retiró a paso lento. Una vez que salió, le hice una seña a Pau para que hiciera lo mismo, lo captó al instante y se retiró silenciosamente dejándome a solas con Calle.

En lugar estaba en completo silencio, solo le escuchaban los clicks que realizaba Calle con el ratón del gran computador gris.
Ninguna de las dos emitió palabra alguna por algunos minutos, me quede disfrutando de su cercanía y del olor de su cabello.

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Where stories live. Discover now