Seth Ford, frío, calculador y terriblemente carismático, adoptado por uno de los mayores criminales de la ciudad se había ganado el respeto de los bajos fondos, inspirando tanto terror como admiración. Nadie se metía en su camino si quería conservar...
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—Entonces me caí de culo ¡delante de toda la clase! —exclamó North. Todos reímos.
—Nos hemos dado cuenta de que eres un poco patosa —comentó Max, su nuevo novio quien se encontraba a su lado. North se hizo la ofendida para después dejar un suave beso en sus labios.
No me molestaba en absoluto ver a North con pareja, de hecho se veían muy felices. Apenas conocía a Max, aunque lo recordaba de aquella primera fiesta. Era amigo de Zach, aunque un poco más alto, moreno, con el pelo rapado y unos ojos verdes que te cortaban la respiración.
Zach, a mi lado, aprovechó la situación para pasar su brazo por mis hombros mientras reía. Lo miré de reojo pero decidí no decir nada.
No había visto a Zach desde hacía unas semanas, así que North había aprovechado la situación para una pequeña ''cita doble'' en la cafetería de la universidad.
Habían pasado unos días desde la reunión con el clan de los criminales, como me gustaba llamarlo, así que había invertido mi tiempo en pasar más tiempo con North.
—¿Y qué hay de ti? —preguntó Zach a mi lado. —Últimamente no te veo mucho por aquí.
—Ya sabes, la universidad te quita mucho tiempo libre —sonreí.
—La universidad y del chico el discurso —murmuró North. La miré mal y rodé los ojos mientras ella reía.
—¿Quien? —preguntó Zach confuso.
—Nadie, un compañero de clase, tenemos un par de proyectos juntos —expliqué.
—Casi pasa más tiempo con él que conmigo —se quejó North.
—Por desgracia —casi susurré.
—¿Hay algún problema con él? —preguntó Zach interesado.
—Para nada, solo es un poco irritante.
—Si necesitas que le de un toque de atención solo tienes que decírmelo. —Aunque trató de sonar de alguna manera protector lo único que me produjo es algo de risa.
—De hecho debería irme, he quedado con él en cinco minutos para adelantar el proyecto —mentí observando mi reloj. Obviamente no iba a decirles que me iba a enseñar a disparar para atracar una joyería.
—Pásatelo bien —bromeó North.
—Iba a decir lo mismo. —Le guiñé un ojo y recogí mis cosas camino a la puerta de la cafetería.
Sin entretenerme más anduve por los pasillos de la universidad hasta el campus, dónde Seth me esperaría en el aparcamiento.
Aunque Seth se había negado rotundamente en varias ocasiones a mi participación en el golpe, Frank le había acabado obligando a participar, acarreando un ambiente de aún más incomodidad entre Seth y yo, si es que eso era posible.
