Pietro bajó corriendo las escaleras al oír el sonido de la puerta siendo cerrada, sabía quien había llegado.-Clint.-sonrió al ver a su novio.-Estás aquí.
-Estoy aquí.-Clint lo abrazó con fuerza cuando llegó a su lado.-Te amo.
-Te amo también.
-¿No deberían estar los demás despiertos? Son las 1 de la tarde.
-Oh, ayer se acostaron tarde viendo una película.-Pietro recordaba que se habían ido a acostar alrededor de las 3 de la mañana.-¿Cómo está todo?
Clint lo tomó de la mano y se lo llevó al salón.-Pues.-Comenzó a hablar una vez ambos tomaron asiento.-no tan bien. Quiero decir, sabíamos que con lo de Steve iba a ser difícil, pero no es sólo eso, es sólo que las cosas entre Steve y Tony son tensas como cuando no se llevaban tan bien, así que tomamos una decisión.
-Volver a la torre. ¿No?
-Si. No sé si volverán todos, pero yo quería hablarlo contigo antes, la casa está es nuestra, así que sería hasta que las cosas entre esos dos se calmen porque si los dejamos solos, ellos van a matarse.
Pietro se encogió de hombros.-No me importa irme a la torre, todo sea para ayudar a esos dos. Ambos nos ayudaron mucho, así que es hora de devolverle la ayuda.
-Bien, llamaré a Tony para decirle que si iremos.
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Harley entró al lugar, sabía que no debía actuar tan idiota con su padre por lo de la perdida de memoria y todo eso, además ni siquiera podía saber que era lo que había pasado mientras estaba al control de Hydra, sólo esperaba que él no se quiebre como lo hizo su tío Buck al saber todo lo que había hecho.
-Viernes, avísale a mi papá que ya estoy aquí ¿Si?
-Enseguida, Joven Harley.
Caminó hasta el salón y se quedó quieto al ver a su padre de espaldas a él, habían pasado años desde que lo vio. Necesitaba calmarse, necesitaba respirar correctamente, sabía que su padre no lo recordaba. Lo único bueno es que recordaba a su padre, lo malo es que sólo recordaba la relación conflictiva que siempre tuvieron.-Buenos días.
Steve volteó al oír la voz de alguien más y se encontró con un joven, por más que intentó recordar no le llegaba ninguna memoria de él. Su mente sólo era un vacío, eso era tan molesto, todo el mundo parecía saber todo de su vida, todos menos él.-Buenos días.
-Soy Harley.
-Es un gusto conocerte, Harley.-El menor hizo una mueca, al parecer si se conocían de antes por la forma en que reaccionaba.-¿Nos conocíamos?
-Ajá.-Harley suspiró.-Descuide, Señor Rogers, sé sobre lo que pasó, así que no se preocupe por no conocerme.-Demonios. Jamás había hablado siendo tan educado, ni siquiera cuando él si sabía que era su padre.-¿Sabrá donde está mi papá?
Steve negó. Desde que habían llegado a la torre, Stark sólo se había ido a un lugar y no tenía ni idea de donde.
-Aquí estoy.-Tony entró al salón llevando consigo unos documentos.-Toma.-Se los extendió a su hijo.-Está todo ahí, los revisé todos hace unos días y hay pocas cosas que no se puedan realizar en poco tiempo, tu novio tiene la tecnología necesaria, podrán cambiar al mundo.
Harley asintió entusiasmado.-Bien. Le diré eso. ¿Irás al evento no? Todas las nuevas creaciones de la empresa serán mostradas ahí.
-Por supuesto que iré. No me perdería eso por nada, menos cuando mi hijo hizo algunas de esas creaciones. Tengo hijos brillantes, Harley, quiero que el mundo que estoy orgulloso de eso.-Tony sonrió y notó como la mirada de su esposo no dejaba de verlos, supongo que era raro verlo de esa manera con alguien, antes no era así.-Ya vete, sé que tienes mucho trabajo.
-Si, de hecho sí.-Harley se giró a ver a su padre.-Fue un gusto conocerlo, Señor Rogers, espero que podamos vernos en otra ocasión. Me gustaría que fuera al evento, pero no creo que deba estar bajo el reflector de las cámaras con todo lo sucedido.
Tony sonrió. Su hijo se veía tan maduro, no podía estar más orgulloso de él y además miren lo bien que le salía el papel de educado.
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-¿William?
El niño salió de su habitación al oír el grito de su padre.-¿Si?
-¿Dónde están mis documentos que dejó en mi oficina?
-¿Los buscaste bien?
Ross suspiró. William siempre intentaba ocultar las cosas que hacía y para su desgracia su hijo a pesar de tener 6 años tenía una inteligencia demasiada alta, pero él sólo la usaba para crear mentiras que cualquiera las creería sin dudar un segundo, excepto él. Gracias a su entrenamiento con la CIA sabía perfectamente cuando él mentía.-Dime la verdad. Te he pedido que no ingreses a mi oficina, Will. Tú y tu padre siempre hacen lo mismo. Son documentos privados por algo.
-Poner un sello de con las palabras "Top Secret" no es mucha seguridad, padre.
Everett bufó.-Es lo suficiente para que tú no entres a ese documento, pero comienza a respetar mi espacio, William.
-Sólo quería algo para leer.
-¿No puedes ser como otro niño de 6 años y leer cuentos infantiles, en vez de mis documentos del Gobierno o los libros que tiene tu padre sobre la medicina?
-Los niños de mi edad ni siquiera leen, son lentos.
-Algunos son muy avanzados para su edad, William. No te creas mejor que el resto, no lo eres.
William bufó.-Sabes que sí. Siempre dices que soy especial.-Hizo un puchero viéndolo.-¿No lo soy?
Suspiró. Si el niño seguía con ese ego, sabría a quien salió.-Si, cariño.-Se agachó frente a su hijo.-pero, también tienes que pensar en lo malo que es querer presumir sobre lo brillante que eres, a la gente no le gustan los niños presumidos.
-Bien, lo seré, a mí no me gusta la gente.
-Necesitas amigos.-Ross acarició los rulos del pelinegro.-No puedes estar solo siempre, William. La vida no son sólo libros y querer ser mejor que todos.
El niño asintió y abrazó a su padre con fuerza, sabía que hacía cosas que no debía, pero él solo quería saber más de todo, quería saber de cualquier tema posible, temas que fueran necesarios para la vida, no como los cuentos infantiles, esos no eran verdad.-Padre, deberías saber que papá quebró tu jarrón favorito, devolvió el tiempo, pero lo quebró y me dio dinero para que no dijera nada.
-¿Por qué me lo dices?
-Es que no te gusta que te mienta u oculte cosas.-William suspiró.-Y él se burló hoy de mí por no adivinar el artista de una canción.
-Hablaré con él.-Will y Stephen eran tan parecidos que asustaba, lo malo es que era como tener dos niños en casa.
