Capitulo 4

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Solo se escuchaba en el baño el ruido del agua al caer golpeando desde la esponja el hombro de Amaia.

¿Porque no me dijiste a mí que tenías miedo? —Amaia abrió de repente los ojos.
Al ver que ella no le contestaba,dándole un beso en la cabeza él insistió.

-¿Eh titi?

Amaia respiro hondo. -Porque no quería que te preocuparas más de lo que ya lo estás.

-Amaia mírame  —Tomo con su mano la cara de ella para que lo mirara,ella lo miró -Tus miedos son los míos,la carga será menor si nos los compartimos,en esto estamos los dos,no lo olvides,vale?

Ella asintió con la cabeza.

-Dilo —Dijo Alfred incorporándose un poco.

-Si,esto es de los dos —Y él conforme le dio un beso en la frente y volvieron a tumbarse del todo en la bañera.
-¿Te sigue doliendo la cabeza?—Le preguntó mientras seguía echándole agua con la esponja sobre los hombros.

-Ya apenas me duele... —Le contestó ella volviendo a cerrar los ojos,calló un momento y continuó. -Jamas Javier me había mirado así,me duele en el alma haberlos decepcionado a mis padres y a él —Dijo dejando caer nuevas lagrimas. -Y a tus padres,los pobres,ni me atrevía a mirarlos a la cara,menudo disgusto les he dado...

-Sssh ya cariño no vuelvas a llorar ya pasó ese trago —Soltó la esponja y la abrazó por los hombros besándole la cabeza. -Es lógico que entrarán en shock una noticia así tan inesperada es normal que altere,y en cuanto a Javier ya se le pasará.Al igual que a todos.

Volvió el silencio,Alfred ya sentía en su cuerpo total tranquilidad,las pastillas estaban logrando su efecto.Bajó sus brazos hasta que estuvieron sobre la barriga de ella,la abrazo y empezó a acariciarla con las llamas de sus dedos.

-¿Sientes algo?

-¿Como,Ahora?...Pues cosquillitas —Dijo ella posando sus manos sobre las de él.

-Ay Amaix,si sientes que tienes una cosita aquí dentro? —Dijo él con su tono de bebé y empezó a hacerle pequeños círculos con sus dedos en el vientre.

-Que va Alfred,lo único que siento es un poco de dolor abdominal aparte de las ganas de vomitar que me entran de vez en cuando y también me duelen un poco las tetas.Igual creo que es pronto para sentir algo más —Dijo encogiendo los hombros.

-Uff no te lo quería decir,para que no te molestaras pero llevo unos días que te veo las tetas algo más grandes! —Le dijo él y ella ladeó la cabeza para mirarlo.

-Ay Alfred—Dijo sonriéndole un poco incorporándose.  -Yo también me las he visto más grandes,las tengo un poco hinchadas.Hasta mi madre la pobre nada más entrar esta tarde me ha dicho que el vestido que llevaba me hacía más pecho.—Dijo ella ruborizándose.

-Me dejas... —Dijo en tono bebé. -¿Te las puedo tocar?
—Amaia puso los ojos en blanco -Bueeeno —Y se volvió a tumbar sobre el pecho de él.
Alfred subió sus manos desde el vientre a sus senos.

-Buaaala,mira! —Exclamó Intentando cubrir con sus manos cada pecho sin lograrlo.

-Si,creo que tengo una talla más,el sujetador me aprieta bastante.

-Mola —Dijo él.

-Alfred!! —Se incorporó ella sería dándole una palmada en el hombro al ver como él sonreía.

-Ay!Perdón.—Le dijo el borrando totalmente la sonrisa.

-Anda,anda,vamos a salirnos que nos estamos arrugado como pasas.

Sueño contigo Where stories live. Discover now