Capitulo 15

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—Alfred,contéstame.

Él dejó la guitarra en el suelo,y se giró en la silla giratoria para mirarla de frente.

—Sabes por qué,para que darle más vueltas? —Dijo encogiéndose de hombros.

—Porque no estás de acuerdo con mi decisión.—Dijo ella sin apartarle la mirada.

Él chasqueó la lengua. —Para qué iba a seguir allí? En el momento que el médico dijo lo de dar un tiempo para que lo pensaras bien y tú dijiste que ya lo habías pensado,me sentí un cero a la izquierda.—Dijo el sin moverse lo más mínimo de la silla. —Me hubieras ahorrado el dolor de escuchar su corazón si esa mañana mismo en Sorauren me hubieras dicho que estabas totalmente decidida a no tenerlo.—A Amaia empezaron a rebosarle las lagrimas. —Ten por seguro que no hubiera ido a esa consulta,que acabó siendo una consulta de fechas y horas que a mí ya no me importaban una mierda.

—Yo...

—Ya,tú lo sientes —Dijo él.

—Si lo siento.—Dijo ella secándose las lagrimas con el dorso de la mano.

—Más lo siento yo,porque creí en aquel momento que le ibas a decir al médico que lo pensarías,qué pensarías detenidamente durante esas dos semanas tu decisión,pero vamos que eso ya da igual.

—¿Me vas a dejar,verdad? —Dijo ella mientras que por los nervios se mordía las uñas.

—Que poco me conoces —Respondió él sonriendo amargamente. —Te prometí que te apoyaría en lo que decidieras y lo voy a hacer,ya me a quedado claro que no era el momento para ser padre,por edad y por tus compromisos profesionales.

—Y por los tuyos. —Dijo ella.

—Claro. —Dijo él,y moviendo la silla se acercó a ella dejando sus rodillas entre las de él —Solo una cosa Amaia —Le dijo mientras le ponía la mano en el vientre mirándola a los ojos —No cuentes conmigo la semana que viene para deshacerte de...No te acompañaré.

Amaia lloró desconsoladamente,se levantó de golpe y salió corriendo de la habitación.

—AMAIA! —Alfred dejó caer la silla para correr e ir en su busca,logró detenerla cogiéndola por la cintura cerca ya de la puerta de entrada de la casa.

—Déjame! —Ella luchó para que la soltara. —Déjame ir! —Decía llorando con el corazón encogido.

—No te vayas!Por favor,así no....perdóname,entiende que para mí a sido un palo,porque creí que tú lo querrías tener —Le dijo abrazándola por la espalda hundiendo la cara en el pelo de ella. —Es difícil la situación.

—Crees que para mí no lo es!? —Dijo ella llorando con sus manos en la cara. —Crees que la decisión la tome en cinco minutos,sabes a la presión que estoy sometida?!No te haces una idea.

—Lo sé —Dándole la vuelta para tenerla de frente. —Me cago en la puta!!Claro que lo sé —Le dijo abrazándola.

—No lo podemos tener Alfred,compréndeme. —Amaia lloraba desconsoladamente .—Hay muchas cosas en contra,no lo entiendes? —Hundió su cara entre el hombro y el cuello de él.

—No lo tendremos —Intentaba consolarla. —Shhh Cálmate ya está —le acariciaba la espalda,no quería seguir la conversación,no porque eso la haría sentir a ella peor de lo que ya estaba,sentía como ella lloraba con el corazón encogido,tenía miedo a que le pasara algo. —Tranquilízate cariño,yo estaré contigo —Dijo haciendo de tripas corazón. —Shhh,yo estaré contigo.
"En sus adentro tiene que estar como yo,más destrozada de lo que se la ve por fuera,aunque en cierta forma ella es la valiente al decidir en este caso por cualquiera de las dos opciones con la edad que tiene,con esto a mis ojos es ya toda una mujer"—Pensó sin dejar de abrazarla fuertemente."Estamos los dos en la mierda"

Estuvieron un rato así,abrazados hasta que Amaia se calmó.

—¿Has comido? —Le preguntó el separándola suavemente de él para mirarle a la cara.

—No he comido —hipaba ella.—he estado con nauseas todo el día. —Dijo bajito,negando con la cabeza.

—¿Merendamos? Mi madre a hecho bizcocho de nutela,ese que tanto te gusta. —Le dijo limpiándole con su mano las lagrimas. —¿Te apetece un trozo con un vaso de leche?

—Si —Dijo ella intentando sonreír.

—Vamos! —La cogió de la mano y entraron en la cocina.

Corto un par de trozos de bizcocho,preparó dos colacao y los puso sobre una bandeja.—Ven,no lo comemos en el salón.

Se sentaron a comer juntos en el sofá del salón a ver la televisión,Amaia no había terminado su trozo de bizcocho cuando ya estaba casi dormida,se fue acomodando poco a poco hasta quedar con la cabeza sobre el hombro de Alfred. —Estoy muy cansada no dormí nada anoche pensándote. —Dijo casi sin voz.

—Shhh yo también en ti. —La abrazó y así se quedaron dormidos.

El sonido del móvil de Amaia los despertó,ella se levantó rápida a cogerlo del bolso.

—Buah nos hemos quedado dormidos —Miró el reloj.—Las seis y cuarto,es Aitana! —Le dijo a Alfred mientras que este recogía lo de la merienda y se marchaba a la cocina.

—Oye Alfred,tú habías quedado con Roi para ir solos a cenar hoy?—Le preguntó Amaia yendo a la cocina mientras seguía con Aitana al teléfono.

—Ostras,si! —Dijo Alfred que ya no se acordaba.

—Es que está ahora con Aitana y está diciendo que si no te importa que vaya ella también y Ana,que acaba de llegar a Barcelona,que tiene mañana un evento con Aitana.

—Como me va a importar!?había quedado con él,pero si os venís vosotras mejor.

Amaia colgó después de confirmar a Aitana que cenarían los cinco,y llamó para pedir un taxi.

—Bueno me tengo que ir,aunque no tengo ganas de ir a ningún sitio y menos estar de cena,pero ya sabes cómo es Aitana,mejor seguirle la corriente antes de que empiece a hacer demasiadas preguntas —Dijo mordiéndose el labio.
—Voy a arreglarme,que he quedado con ella en acompañarla a comprar un regalo para Luis antes de ir a cenar.—Cogió su bolso. —Mandame la dirección del sitio.

—Vale,ahora te la mando.

Amaia se acercó y le dio un beso en la mejilla —Allí nos vemos.

—Vale —Dijo él abriendo la puerta de casa pues el taxi acababa de llegar. —Hasta luego. —Se despidió.


Ya en el taxi dejando atrás la casa de Alfred camino del piso de su hermano ella se derrumbó.

"Ya todo a cambiado,se que se queda a mi lado por su forma de ser,porque me lo prometió,pero ya no es igual,hasta ayer mismo no me hubiera dejado marcharme sin darle un beso en los labios,y hoy no ha hecho ni el amago de darme uno en la mejilla cuando yo se lo di" —Pensaba mientras se le caían las lagrimas bajo las gafas de sol.
"Y no lo culpo,ni yo misma me perdonare por lo que voy a hacer aunque sea por él,ojalá no fuéramos Amaia y Alfred,ojalá fuéramos una pareja de chicos normales,anónimos,sin ataduras de contratos,en trabajos en los que no se exigieran el no tener hijos,ojalá no fuéramos Amaia y Alfred"


Continuará...  



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