Capitulo 33

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Alfred se sobresaltó levantándose de golpe y se giró para verla...

—¿Que haces aquí,como sabias donde estaba? —Dijo mientras se acababa de secar las lagrimas.

—He venido a traerte esto —Amaia dando un paso hacia delante le tendió un papel.—Tus padres me dijeron dónde encontrarte.

—¿Para traerme la ecografia de la cosita has venido hasta aquí? —Preguntó el dejando la guitarra en el suelo y cogiendo la ecografia.

—Te la dejaste olvidada —Dijo ella encogiéndose de hombros.

—Me la podías haber dado el lunes en Tenerife.

—Ya,pero también quería darte esto —Dijo Amaia sacando otro papel esta vez mas doblado de el bolsillo de su pantalón.

Él la miró extrañado,hasta que lo reconoció.Rápido se echó mano a la cartera.

—Se te cayó.

—Como?!

—Eso,que se te cayo en la clínica y alguien se lo dio a Javier.

Alfred cogió rápido el papel y lo abrió.

—Supongo que estás aquí porque lo has leído. —Dijo dándose la vuelta y volviéndose a sentar sobre la arena.

—No,ya te he dicho que he venido a traerte la ecografia. —Dijo ella sentándose a su lado.

—Venga Amaia,que has venido para asegurarte que estoy bien. —Dijo estrujando el papel entre sus manos.

—Y si es así,pasa algo?

—No,pero ya te puedes marchar,como ves,estoy bien. —La miró y sonrió forzadamente. —No le habrás dicho a mis padres nada de esto,no? —Dijo haciendo una bola con el papel.

—No,no le he dicho nada de lo que te pasó anoche —Dijo Amaia colocándose el pelo tras la oreja.

—Bien,gracias,no quiero que se preocupen por una tontería.—Dijo mirando al mar. —Cuanto antes te marches antes llegarás a Pamplona.

—Pues me tendrás que llevar tu,si tanto empeño tienes en que me vaya...Me ha traído mi padre y hace un rato que se a marchado.

Alfred se volvió a levantar —¿Como que sea marchado? —Preguntó mirando hacia la casa.

—Porque le he dicho que se fuera. —Dijo Amaia levantándose.

—Pues te vas a tener que ir en un taxi,porque como ves —Señaló una botella abierta de whisky en la arena. —Yo no te puedo llevar.

—Pues pídeme el taxi,mi móvil se me ha quedado sin batería.

Alfred puso los ojos en blanco se agachó a coger la guitarra y la botella y empezó a caminar hacia la casa. —El mío está dentro,vamos. —Amaia lo siguió.

La casa estaba situada en una cala privada a unos quince kilómetros a las afueras de Sant Feliu de Guixols,con la fachada totalmente moderna con grandes ventanales de cristal,para que desde cualquier rincón se pudiera disfrutar del paisaje,los vecinos más próximo estaban a un kilómetro de distancia,lo que la hacía ideal para escapadas de incógnito.
Entraron a ella por la parte trasera,donde se encontraba la piscina,un jacuzzi,varias tumbonas y un porche que daba paso mediante unas grandes puertas correderas de cristal al interior,a un gran salón decorado totalmente en tonos neutros y muebles modernos,y donde destacaba un gran piano de cola negro,situado al lado de unas escaleras de cristal.

—Que pasada! —Exclamó Amaia tras entrar en el siguiendo a Alfred.

—Si,no está mal. —Dijo Alfred cogiendo su móvil que estaba en la mesita de cristal que estaba situada delante de los sofás de corte cuadrado y aspecto minimalista.

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