Dilema

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QUIÉN ELIGE EL CAMINO DEL CORAZÓN NO SE EQUIVOCA NUNCA

Popol Vuh

...

PV Amaia

Y cuando termino de tocar, me duelen las manos pero ella sigue ahí. Se que soy un alma compleja, me pierdo constantemente en mis múltiples personalidades y me vuelvo a encontrar pero tengo corazón. Late al compás de mis satisfacciones y mis desencantos y, algunas veces grita. Cuando ya no puede bombear mi sangre porque nota que es demasiado para él. Ahora mismo, mirada frente a mirada se que no puedo luchar contra ella, ni contra su historia ni contra lo que ha creado. Se que no me lo va a poner fácil pero en el fondo, hay algo que queremos ambas. Él se merece ser feliz.

Quizás nunca sea su amiga, quizás nunca sea su mitad porque o lo soy todo para él o no quiero ser nada por partes, pero tengo claro que estar con ella no significa plenitud. Si supiese que podría darle todo lo que necesita, me retiraría pero no lo tengo claro.

Lo noté cuando sentí que dentro de mí se deshacía como humo. Cuando me abrazaba embistiendo y temblaba conmigo. Si sus manos me acariciaban, su piel se estimulaba y si respondía, era porque sus sentidos estaban completamente eclipsados. Muy suave me tienta esperando mi turno, viendo si sigo su senda o rompo su juego. Esto no es amistad, ahora tendré que ver, que no es solo atracción.

Decidido, si ella quiere luchar, lucharemos; si pierdo, al menos me habré llevado la miel de sus labios en mi profundidad y el tatuaje de su aroma en mi cuerpo. Él quedará marcado si no se retira y elige a tiempo pero, obtendrá mientras a cambio el fervor de mi sangre, mi miedo y mi verdad en sus manos. Quiero que me consuma y quiero estar a su merced y si eso es ser guerrera y sufrir, quizás es el camino que inconscientemente han elegido mis actos.

- ¡Amaia, vuelve!

Y cuando me olvido, ella sola se recuerda.

- Perdona, estaba pensando que deberíamos comer.

Mentira Amaia, dile la verdad. Dile que te has puesto la armadura y te has hecho gladiadora.

- ¿Sabes cocinar? Se apresuró a averiguar.

- Para mis gustos si, seguramente para los tuyos, lo dudo.

- Bueno, no me has preguntado.

- ¿Qué quieres comer?

- Una pizza.

- Ese deseo creo que podré concedértelo.

- ¿En el Prat?

- Catalina estamos un poco lejos y no tengo coche.

- Pues eres mayor para no tener carnet.

- No ten go co che pe ro si car net

- Entiendo castellano Amaia. Bueno podemos ir, comprar las bases, rellenarlas y cocinarlas, tienes una cocina bastante bien equipada o podemos comer en algún sitio cercano. Puedo invitarte por las molestias.

- Prefiero que me invite Alfred con su dinero que tú con el suyo.

Y ahí me habían pasado bastantes pueblos. Después de la historia que me había contado y sabiendo que había vivido en la calle, seguramente su invitación fuese sincera así que, recapacité y pedí perdón.

- Lo siento no quería decirte eso.

- No te preocupes. Míralo por el lado positivo, vamos a hacernos compañía creo que hasta después de comer así que, qué menos que él nos invite a ambas. Por el mal trago.

Hast A marteWhere stories live. Discover now