[____________ Gómez. ]
Llegamos a una colonia llena de casas muy lujosas, mire por la ventana cada casa qué pasaba, eran muy grandes y preciosas.
-Llegamos. -informó Joel.
Abrí la puerta para salir. Estábamos en una casa muy grande-de hecho era la más grande la colonia-y bonita.
- ¿Esta es tú casa? -le pregunté tontamente.
-Si. -asintió.
Caminamos hacía la puerta para entrar a la casa.
- ¿No están tus papás? -le pregunté.
-Mi jefe anda de viajé y mi jefa está con mí tía. -me dijo.
Abrió la puerta de la casa y me indicó que pasará, me adentré a la casa y casi me quedó sin aliento. Si de fuera se veía lujosa imaginense de adentró.
- ¿Paps quién es esta morruki? -dijo alguien a nuestras espaldas.
Me giré para poder ver de quién se trataba. Era un chico que tenia un parecido a Joel, traía barba y una pequeña coleta.
Joel iba a responder pero me adelante.
-____________mucho gustó. -dije dándole la mano para qué aceptara mi saludo.
- ¿Te lavaste las manos? -me preguntó.
¿Qué pedo?
-Calmala Emanuel , mejor vete a ala chingada. -le dijo Joel a ¿Emanuel?
-Mejor, no quiero qué me peguen los piojos. -dijo mirándome.
Se fue dejándome con la boca abierta. ¿Qué había sido todo eso?
-Perdón, mi hermano es un mirrei. -dijo Joel disculpándose.
-No hay pedo. -le dije.
-Israel, Gabriel y yo detestamos cómo habla pero cuándo pasas tiempo con él te acostumbras. -me dijo.
- ¿Israel y Gabriel? -le pregunté juntando mis cejas.
-Mis otros hermanos.
-¿Tienes más?
-No, nada más ellos dos.
Asentí entendiendo.
- ¿Quieres helado? -me preguntó.
-Si.
-Ven conmigo.
Lo seguí hasta la cocina. Cuándo llegamos abrió el refrigerador para sacar un boté de helado. Cuándo lo abrió me quedé sorprendida, realmente era helado y no frijoles fríos.
Tomó una cuchara y me la entregó. La tomé para empezar a picar él helado. Tomé un poco en mi cuchara y puse la cuchara en mi lengua. La deje hay poco tiempo, cuándo intente quitarla no se podía. Mierda.
- ¡Joel ayudame! -le dije a Joel, pero no podía pronunciar bien las palabras porqué tenia la puta cuchara pegada en mi lengua.
- ¿Qué pendejada hiciste? -preguntó entre preocupado y burlón.
- ¡Quitame está mielda de la lengua!
Intentó quitármela pero cuándo la quitó por fin, me había dolido cómo él infierno. ¡Mi lengua!
-Auch. -dije y unas pequeñas lágrimas se habían formado en mis ojos. ..-¿Estas llorando? -Me preguntó Joel.
-No.
-Dejame ver. -intentó acercarse pero no lo deje.
-Quítate a la verga. -Lo alejé y por accidente le pegué en su amigo de toda la vida.
-Auch. -Dijo sobandose hay abajo.
Levantó su cabeza y me miro.
-Me las pagaras morenita. -me dijo con una sonrisa de lado.
No iba a dejar que me hiciera algo así qué corrí y salí de hay para subir las escaleras y poder esconderme.
- ¡___________! -grito Joel.
Empecé a escuchar cómo subían las escaleras y era obvió que era él. Mire bien él pasillo y había demasiadas puertas. Joel se estaba acercando más. Corrí hacía una que estaba al final del pasillo. Él venía detrás mío.
Abrí la puerta y intenté cerrarla pero alguien la estaba deteniendo desde afuera. Mierda, era Joel.
Hice todo mi esfuerzo para qué no me ganara pero todo se fue a la mierda cuándo abrió la puerta y entró a la habitación.
Me miro y una sonrisa malvada se formó en su rostro.
-Ahora no tienes a donde ir. -me dijo.
-Dejame salir. -pedí.
-No, me cobrare lo que le hiciste a mi sagrada polla. -dijo y me tomó de la cintura.
Me levantó un poco del suelo y me arrastró hacia la cama que había en la habitación. Me dejo caer sobre está para incorporarse sobre mí y sin aplastarme. Se recargo sobre sus codos y me mire a los ojos. Una sonrisa arrogante se formó en su rostro.
-Esto sera divertido. -dijo por último y empezó a besar mi cuello.
¡Oh, no! Por favor Jesús, Buda, papa Noé, Elefante hindú de seis brazos, poseidon, ¡Ayudenme!