Capítulo 68

1.4K 173 58
                                    

__________ Gómez

No sabía si estaba tumbada o de pié porqué sentía como mi cuerpo flotaba en el cloroformo.

Mi cabeza palpitaba, sentía mi boca seca, parpadee repentinamente hasta que la capa borrosa en mis ojos se deshacía.

— ¿Hija? —escuche una voz que no pude distinguir muy bien. — ¿_____________ cómo te encuentras?

Abrí mejor mis ojos dándome cuenta de que esa voz provenía de mi padre. Me encontraba en la parte trasera de su coche.

— ¿Qué-qué me pasó?

—Después de una llamada, tu-tu perdiste la conciencia mi cielo. —dijo. — ¿Quien llamó?

Obligué a mi cabeza a recordar. 

  —Joel. —dije con urgía.

Sentí como una lágrima recorría mi mejilla, eran los recuerdos.

Joel estaba en coma.

Mi Joel, el amor de mi vida.

Mi Joel Pimiento.

— ¿Joel?, ¿Qué le paso a Joel? —preguntó preocupado.  

—El-el tuvo un accidente papá, su-su carro se volcó y-y está... —mi voz se quebraba al pronunciar cada palabra. —En coma papá, en coma.

*    *    *

Llegamos al centro médico y tan pronto el carro se detuvo salí corriendo hacia el edificio sintiendo el latido de mi corazón a una velocidad inhumana.

Llegué al mostrador para pedir ayuda, quería saber dónde se encontraba Joel.

La enfermera me ignoró, claro, éste hospital era el más caro de la cuidad y verme en está vestimenta quería hacerme menos.

— ¡OYE TÚ! —le grité pegando un fuerte golpe al mostrador. —Aquí estoy, ¿acaso no me vez?

Por fin se dignó a prestarme atención.

Dejo su revista que estaba leyendo y me miró haciéndome menos.

—Sorry, éste no es un hospital público.

— ¡Tú no lo entiendes! —grite. — ¡Necesito ver a novio!

Soltó una carcajada sarcástica, ¿Se estaba burlando de mí?

—Y según tú, ¿cómo se llama tú novio? —se burló.

— ¡Joel Pimentel mierda!

Creó que había gritado demasiado fuerte pues algunas personas de la sala de espera me miraron.

— ¿Me vas a dar información, si o no? —pregunté.

—No te creó nada.

Di un largó suspiró, tenía que hacer algo para ver a Joel.

— ¡Mira ése paciente está haciendo popó en la planta!—apunte hacía la izquierda para que ella mirara.

Cuando la rubia se giró a comprobar lo que había dicho aproveche para salir corriendo hacía adentró.

— ¡SEGURIDAD DETENGAN A LA CHICA!—grito la rubia segundos después de haber comprobado que era mentira lo que había dicho.

— ¡Nunca me atraparan!

Corrí aún más rápido, sentía mi corazón salirse, y no sabía si era la situación o el miedo de no llegar a tiempo. Tenía miedo de escuchar aquel sonidito que proviene las máquinas, ese "Pi" es probablemente el peor sonido que una persona puede escuchar en su vida.

Joel Pimiento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora