Capítulo 29

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Como soy buena onda, aquí tienen, fue cómo un maratón sin aviso:v

[Joel Pimentel]

— ¿Qué? —me preguntó. 

¿Cómo responder sin cagarla? Realmente no lo se. Si me gustaba, pero no en la manera que piensan. Gustar y estar enamorado no es la misma cosa. 

—Mejor vete a vender Avon. —me dijo.

—Callate.

—Callame. 

Y hací lo hice, la calle con un beso. Pero me separó de ella. 

—No me vuelvas a robar besos. —ordenó. 

— ¿Robarte besos? Mejor te robo toda completita. 

—Bajale a tu pedo. —me mordió.

—Usha, controlate morenita. —le dije.

Se zafó de mi agarré y nado hasta hasta la orilla de la piscina para salir. 

— ¡Regresa! —le grité. 

—Vete a la ñonga. —me gritó de vuelta. 

Salió de piscina con su uniforme mojado y empezó a caminar hacia adentro. Nade hasta la orilla y subí para poder alcanzarla.

— ¿No quieres una toalla? —le pregunté. 

Ella sólo asintió. La tomé de la mano para llevarla a mi cuarto. Cuándo llegamos a éste tome una toalla de un cajón y se la entregue para que sé secara. 

— ¿Te gustó él baño? —le pregunté descaradamente. 

—Eres un bastardo. —dijo enojada. 

— ¿No quieres un poco de mi ropa en lo qué se seca la tuya? —le pregunte. 

—Si....—vacilo un poco, pero después asintió.

Tomé de mi cajón unos pantalones de chándal y una playera. Se las entregué y ella las tomo. 

— ¿Y él baño? —me preguntó. 

— ¿Baño? Puedes cambiarte aquí. —dije pícaramente. 

—Claramente no haré eso, sólo lo diré una vez más ¿Donde esta en baño? .

Negué, realmente me gustaba molestarla. Señale él baño y se adentró en él. 

Pasaron 4 minutos y __________ salió por la puerta con mi ropa puesta. ¡Santa Madre! Ahora tenia hambre.

—Un día si te vengo comiendo ese culito que tienes. —dije en voz baja para que no me escuchara. 

—Dije qué si vemos una película.

—Eh...esta bien, pero yo la escogo. —suplicó. 

—Bueno. —asentí. 

* * * 

Íbamos a a media película y __________ya estaba llorando.

— ¿Porqué estas llorando? —le pregunte. 

—Me entro una basura.

— ¿Al ojo?

—No, a la vida. —dijo.

Lo mire confundido. ¿A la vida? A qué venía eso. 

—Oye. —la llamé. 

— ¿Qué? 

—Puedes quedarte callada, pero se qué ocultas algo. ¿Qué es? —le pregunte.

—No es nada importante. —dijo secándose los ojos. 

—Todo lo que tenga que ver contigo es importante. 

Ella sólo suspiró y me miro. 

—Se trata sobré mi ex. 

Oh, ahora entendía. Sabía qué era sobre algo parecido. 

— ¿Qué paso con él? —le pregunté. 

—Me engaño.

Y empezó a llorar. Me maldecía mentalmente por haber preguntado. Sentí una pequeña punzada en pecho.Verla llorar no era la mejor imagen. 

—No púes esta cabrón. —le dije. 

Realmente era pésimo para esto de consolar personas. Siempre que mis amigos me cuentan sus pedos amorosos digo eso para solucionarlo pero ella no era mi amigo. Ni siquiera se que es ella de mi. 

— ¿Y quién es? —le pregunte. 

—Zabdiel De Jesús Estaban Julio Ricardo de la rosa fuentes montes de oca.

Cuándo dijo su nombre me dieron más ganas de golpear al maldito. Él juega fútbol también y siempre quedamos en segundo lugar porqué hacen trampa, le traía una ganas al bastardo desde hace mucho tiempo. Ahora resulta que mi enemigo era él ex de __________. ¿Cómo tomar esto?

Y de un momento a otro __________ se abalanzó contra mí y me abrazo. Lo tome con sorpresa pero segundos después la abrace por la cintura. No se sentía nada mal. Los abrazos de alguien que te gusta son cómo los chanclazos de tu mamá , si son inesperados te dejan más pendejo de lo que ya estabas.

***

Iralo Zabdiel, bien cabrón me salio, ahr 

*C va antes de que le lluevan madrazos*

Joel Pimiento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora