Capítulo 38

2K 204 108
                                    

Chau, me vuelvo lesbiana con la Becky ahr 


[__________Gómez. ]



Cuándo acepté ayudar a mi madre , nunca creí venir a esta casa de nuevo.

Ahora me encuentro vestida de camarera y con una olla de ensalada que tengo qué repartir a toda la gente en este lugar. Y uno de ellos era Joel.

Cuándo entre al salón para llevar la comida mire a todos lados para ver si el estaba aquí. Efectivamente, Joel estaba junto a Emanuel y otros tres chicos, y con ellos también están petra y otra rubia qué me valia madres. 

Petra y Joel...juntos, joder. 

Dé repente Joel giró su cabeza y me miró. Asombrado pero sin perder su toqué de galán, me mando un giño acompañado de una sonrisa malvada, qué a mi parecer no iba a traer buenas cosas.

— ¿Nos vas a servir o no? —preguntó un chico. 


Salí de mí mundo y me adentre en éste. Caminé hacia la primera mesa y deje un plato a cada una de las personas en ella. Dedicándoles una pequeña sonrisa me retiré para ir hacia la siguiente charola. 

No quería servir en la mesa de Joel, no quería estar cerca del el en estos momentos. Qué estúpida me siento. Qué ridícula.

Iba a ir por la siguiente charola pero un chico me detuvo. 


— ¿Me puedes pasar mi servilleta? —me pregunto. 

Mire hacia el piso y efectivamente, su servilleta estaba tirada. Me agache para recogerla. Y cuándo me paré pude notar qué ellos lo habían hecho a propósito para verme el trasero. Infelices. 

—Toma. —le dije fríamente. 

—Gracias dulzura. —me giño un ojo.

Puse cara de horror y seguí en lo mío. No podía pelear con esta gente, mi mamá me lo había advertido. 

Sentí una mirada pesada y me giré para encontrarme con la de Joel. Me estaba poniendo nerviosa, más nerviosa que cuándo paso a exponer algo que no estudié ni madres. Si eso no es amor, no se qué sea.

— ¡Hey tú! —me gritó alguien. 

Y por la voz de pito qué tenía pude adivinar quien era. 

Petra. 

Me giré y la mire. 

— ¡Ven aquí! —me grito. 

Maldita petra hija de su puta madre. Traía un maquillaje italiano, mechas californianas, depilado brasileño, uñas francesas, pero su cara joder. Tenia cara de Maya.

No quedaba de otra, me acerqué a la mesa y la mire atentamente. 


— ¿Me llamo? —pregunté cortésmente. 

— ¿Porqué no nos haz traído de comer? Para eso estas, muevete. —me tronó los dedos. 

—Ahora vuelvo. —dije conteniendo todo el puto coraje qué está perra me hacía hacer.

—Y arreglate mejor, hay qué dejar una buena imagen. Una manita de gato no vendría mal. —dijo mirándome de arriba abajo. 


—Para la próxima lo tendré en cuenta. —le dediqué mi mejor sonrisa. 

¿Manita de gato? Ella no necesitaba una manita de gato, necesitaba un putazo de león, pinche fea mamona. 

Caminé hacia la cocina.

Regresa con las demás ensaladas para llevarlas a la mesa de Joel. 

Primero serví a un chico que tenía un parecido a Joel, luego al tal Emanuel, después a la amiga de petra. Ahora seguía Joel, no. Aiuda. 

Me acerqué a su lugar y tomé la ensalada de la charola para entregársela. Pero cuándo iba a hacerlo se me derramo poquito causando manchar un poco a Joel.

—Lo...siento. —dije tomando una servilleta y limpiando su torso. 

—No sirves para nada. —me insultó petra. —Deja hacerlo yo. 

Se paró de su silla y me gire rápido causando qué toda la charola cayera sobre ella. 

—Lo-lo sie-ento. —intenté disculparme. 

Mi mamá me mataría.

—Eres una estúpida criada qué no sirve para nada, solo causas problemas y eres una metiche de mierda, una pobretona que no tiene para nada, no tiene para sus estudios, para una buena carrera y qué sólo esta de zorra qué creé qué su papá regresara para estar de nuevo con ella. —dijo de golpe y son respirar. 

Lo último fue lo que encendió a la verdadera ___________ enojada. Pero algo me detuvo, mi madre.

Estaba parada observando observando la escena desde lejos. 

Di un largo suspiro y salí corriendo de ese espantoso lugar. 

Llegué al jardín dónde había estado ya anteriormente y me acerqué un poco a la piscina. Odiaba a las personas cómo ella. Las qué se creen más por el simple hecho de tener dinero. 

— ¿____________? —preguntó alguien.

Conocía esa vez perfectamente. 

—Vete. —le dije a Joel.

—No te dejare aquí sola. —llego a mi lado.

—Qué te vallas mierda. —le dije sería.

—Ya dije qué no. —intento acercarse más a mí. 

—Te haces pa'ya o te hago pa'ya cabrón. —intenté alejarlo. 

— ¿Estas bien? —me pregunta. 

—Si. 

— ¿Segura?

—Qué si mierda. —afirme.

Sentí como unos brazos me atrapaban entre su pecho. Joel me estaba dando un abrazo. 

—Sabes, no te creó. —dijo. 

—Deberías. 

— ¿No me quieres contar? 

Suspire, el era un necio de primera. 

—Es que es una larga historia. —le informe. 

—No tengo prisa.


* * * 


—Había un perro llamado "pa fuera" un día lo le gritaron "adentro pa fuera" y el perro se confundió y explotó. —dijo Joel. 

—Hay no mames. —dije negando el chiste tan culero pero a la vez riendome por ello.

Nos encontrábamos recostados en el sespet del jardín platicando de cosas estúpidas. 

Me puse de lado para mirarlo mejor, el hizo lo mismo y ahora nos mirábamos el uno al otro.

Señora mamá de Joel, tiene un hijo bien guapo. 

Joel puso sus mano sobre mi barbilla y se acercó a mi para darme un beso. Cuándo sus labios tocaron los mios comenzó un beso lento y sin prisa. 

Cuándo más te aferras a algo, más se te sale de las manos. .Me sigo preguntando, cómo fue que me gusto éste chico. 

— ¡JOEL QUE DIABLOS HACES! —grito alguien.



Vayan a ver "El testigo de Andrés" del eri. está en mi perfil :v

Joel Pimiento Where stories live. Discover now