ii. vii

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It's necessary to kill the 
container.

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El invierno estaba aproximándose y nadie sabía nada de los estudiantes desaparecidos; entre ellos, Stefan Bennett y James Potter. El ministerio asegura que se estaban usando a varias personas para que ayudaran en la búsqueda de los estudiantes desaparecidos, sus fotos salían en los periódicos y se podía encontrar carteles de se busca, pero absolutamente nadie había podido dar con el paradero exacto de ninguno. Isabelle por su parte se sentía culpable de la desaparición, aquella mujer había advertido más de una vez a la pelirroja sobre las consecuencias de hacerse el héroe, y aun que pudo ser el héroe salvando no solo a su hermano, no lo hizo y dejo que sucedería tal cosa, para su mala suerte, desde el incidente de aquella noche, ella había dejado de escuchar y tener sueños en los que la mujer aparecía.

Por otro lado, el ministro había acordado aumentar la seguridad pues los estudiantes podrían llegar a estar más seguros en el castillo que en sus hogares donde podían ser víctimas de cualquier ataque perpetrado por los rebeldes, como la comunidad mágica los había apodado. Por lo que al terminar las clases cada estudiante debía reportarse con su prefecto para corroborar que todos llegaran a las salas comunes.

Pero era aún más difícil contener a los estudiantes si era un sábado, las salidas habían sido canceladas para evitar que ocurriera algo y ahora se podía ver el castillo y sus patios llenos de estudiantes sin nada que hacer y es por eso que la pelirroja se sentía aún más abrumada ante tal suceso, con un suspiro miró a los estudiantes regados sin saber qué hacer, ella era uno de esos así que caminó hacia uno de los asientos y volvió a suspirar, ahora por sentir el calor de la chimenea, quien la viera podría notar con facilidad que no ha descansado bien en un gran tiempo, sus ojeras eran muy notorias, incluso parecía más delgada de lo que ya era.

Alec era siempre era quien le enviaba cartas informando de lo que sucedía, sobre cómo estaba su madre y que era lo que el ministerio estaba haciendo, lo cual para ambos hermanos no era lo suficiente pero su madre insistía diciendo que hacían lo que podían, al menos el único consuelo que le quedaba era que, dada la deuda que sentía Harry Potter hacia la familia Bennett por salvarle este se había encarado personalmente de la búsqueda de Stefan y por supuesto de James.

Isabelle cerró los ojos por un momento y se concentró lo que más podía en intentar usar algo de su poder, por varias semanas había intentado usarlo, pero al parecer, el poder del que tanto le elogiaban la comunidad de brujas en Salem había desaparecido, volvió a abrir los ojos y vio la cabellera de Fred a su lado.

— ¿Qué es lo que sabes? —susurró, Fred observó a la chica y luego sus ojos volvieron a las llamas en la chimenea, luego de unos segundos se levantó y caminó hacia las escaleras, lo que era una señal para que ella lo siguiera. Maldijo en sus adentros y por primera vez deseo ser como uno de esos muggles, que la única preocupación en su vida sea conseguir un novio y entrar a la universidad, pero aquí estaba ella cargando con el peso del mundo mágico en sus hombros.

Anchor ➳ James Sirius PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora