Miedo.

2.1K 122 33
                                    


AMAIA:

—Es espectacular.

Javi Ambrossi sonríe y no puedo no darle la razón.

—Es increíble esta canción.

—Y desde ese punto de vista.... Va a funcionar muchísimo.

Se me ocurre una idea para acabar de interiorizar cómo interpretarlas.

— ¿Podría escuchar una vez la canción? Para pensar en lo que tengo que decir...

—Ponla una vez y que la escuche amor.

La música empieza a sonar.

Para empezar... diré que es el final.

Cierro los ojos. Mis manos viajan a mis rodillas y respiro hondo. Dejo de notar la silla bajo mi culo, ya no estoy sentada en la sala de los Javis; la banqueta sobre la que estoy sentada es la de mi piano. Inspiro y soy capaz de notar hasta cómo huele: estoy en mi casa.

No es un final feliz, tan solo es un final.

Operación Triunfo ha acabado. La semana ha acabado. Ya no tengo a mi lado a Miriam, ni Ana, ni Aitana, ni Alfred. No está Alfred.

Pero parece ser, que ya no hay vuelta atrás.

Me meto en la interpretación que acabamos de trabajar. En la que hemos acordado los Javis y yo; pero no puedo. ¿Sabes eso de que cuando más intentas no pensar en algo más lo piensas? Pues eso. Cuanto más escucho la letra de la canción más pienso en él. En él y en mí. En ese nosotros que la canción dice que se acabó. Intento reconducir la interpretación a los dieciséis y a todo lo que hemos vivido aquí. Lo intento de verdad, pero al final sólo se queda en eso: en el intento.

Sólo te di, diamantes de carbón.

Esto no ha sido real. Sólo te di un poquito. Podría haberte dado más. Pero ya no, ya está, se ha acabado. Inspiro hondo y puedo oler a casa, a mi habitación. El final ya ha sido y ahora estoy sola.

Rompí tu mundo en dos. Rompí tu corazón y ahora tu mundo está burlándose de mí.

Tú mundo interior, ese que me atrajo y atrae como polos opuestos de un mismo imán... ya forma parte de mí. Tú ya formas parte de mí y ahora... todo ha acabado.

Miedo. De volver a los infiernos.

Imagino que desapareces y no estás. Me agobio y al mismo tiempo me asusto al agobiarme. Yo, que nunca he dependido de nadie en ese sentido, que siempre he sido libre... No es que ahora no lo sea, soy igual de libre; por eso decido que estés a mi lado.

Miedo a que me tengas miedo. A tenerte que olvidar.

¿A olvidarte? Tengo más miedo a que me olvides. A salir y no saber nada más de ti. Noto como se me hace un nudo en el estómago. Pesa.

Miedo... De no verte nunca más.

Empiezo a ser consciente del verdadero miedo que tengo a salir de aquí. Salir de la academia que nos ha visto crecer, reír y llorar. El día de Navidad viví como si me faltara algo constantemente. Y sólo fue un día... Hemos estado aquí viviendo tanto... tres meses encerrados, solos pero juntos. No quiero pensar ni en que va a pasar. El miedo que tengo es tan real que me abruma, así que cuando acaba la canción y tengo que cantarla, simplemente no puedo.

Me tiembla la voz. Trago saliva para recobrar el control pero no puedo. Las lágrimas vienen y se quedan. Y me hacen volver a dónde estoy: en la academia. Los Javis me miran, emocionados y yo no puedo seguir. Es demasiado.

Petit InfinitWhere stories live. Discover now