6.

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—¿Qué es Dios?

YoungJae giró rápidamente la cabeza hacia el pelirrosa que observaba al cielo con los labios en un puchero pensativo. Jackson y JinYoung intercambiaron una mirada, la del coreano era cansada y la del chino divertida. Iban en grupo al baño porque apenas YoungJae le pidió a JinYoung que lo acompañara, JaeBum se les unió sin siquiera preguntar y con él Jackson, quien no quería quedarse solo.

—¿Qué bicho te picó? —preguntó finalmente el pelinegro, metiéndose a un cubículo. JinYoung se sentó en una silla frente a la puerta del baño y abrió su libro, dispuesto a ignorar la estúpida conversación que se avecinaba. Jackson se metió a otro porque le habían entrado ganas de orinar.

—¿Será que Dios tiene órganos? —murmuró para sí, frotando su barbilla con la mirada perdida en el gran espejo frente a él—. ¿Será como un humano? ¿Cómo es él?

—¿Una masa? —tanteó Jackson—. Como un pan.

—Un mazapán —carcajeó YoungJae y el chino se le unió. JaeBum rodó los ojos—. Podría sólo no tener forma física, ya sabes —añadió después de un rato, saliendo y yendo a lavarse las manos. JaeBum entró a su cubículo.

—¿Entonces por qué dicen que Dios hizo al hombre a su cuerpo y semejanza?

—Para que vengas a preguntarnos mientras cagamos —respondió Jackson, saliendo también. La puerta del baño se abrió y entró uno de los secretarios del instituto, dándoles un vistazo extrañado y encerrándose en el lugar reservado para empleados.

—Si se supone que sólo creó a Adán y Eva, ¿entonces por qué hay tantas razas diferentes si vienen de las mismas personas?

—JaeBum, a mí no me preguntes esas cosas —YoungJae suspiró, secando las manos en sus vaqueros porque le molestaba el ruido que hacía la secadora—. Si es por buscarle lógica, se supone que todos los que venimos de la combinación de los mismos genes deberíamos de salir deformes. Aunque deforme ya soy.

—Yo soy la prueba de que Dios existe —dijo Jackson, soltándose a reír con él. Sonó la cadena del inodoro y JaeBum abrió la puerta con el ceño fruncido.

—Tú no eres deforme —ignoró completamente al chino para centrarse en el pelinegro—. Eres la persona más preciosa que he visto en la vida —y como si no hubiera soltado algo de lo más vergonzoso con un tono tan serio que tiñó las mejillas de YoungJae de rojo, continuó—. Pero ¿qué es Dios?

—Dios es todo —respondió JinYoung uniéndose a la conversación, pasando la página de su libro—. Es la naturaleza...

—¿Entonces me meo en Dios?

—JaeBum, ¿podrías parar con esto? —YoungJae masculló porque el secretario aún estaba en el cubículo de al lado y no quería que los viera como bichos raros... aunque no era como que fueran normales exactamente.

—Espera, ¿y dónde está ese Dios? —inquirió, acallando a su chico.

—Está en todos lados, es el todo —a este punto JinYoung había cerrado el libro y lo miraba con el rostro neutro, preguntándose si en serio debería de discutir esto con su amigo porque le venían a la memoria varios recuerdos de él saltando al cuello de JaeBum en medio de su exasperación.

  —Yo no voy a adorar al viento — vociferó el pelirrosa—. ¡Trae oxígeno y yo quiero morir! 

pink as my dickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora