pink as my dick

13.

JaeBum aprovechaba cada momento del día para manejar; no importaba si sólo debía ir a una tienda cruzando la calle, él se montaba en esa pequeña chatarra amarilla y conducía hasta ahí con toda la pereza y satisfacción del mundo.

Ese mismo día se le había antojado salir a tomar helado -aunque en realidad no le gustara mucho, lo cual probaba que sólo quería sacar a pasear su Pikachu, como le había llamado-, así que muy campante cogió la moto con el plan de comprar un poco e invitarle a YoungJae, más feliz con la segunda idea que con el hecho de que estaba a punto de cumplirse un capricho. Ni siquiera un auto a punto de embestirlo de costado le borró la sonrisa tan bonita del rostro, tampoco los insultos que intercambió con la conductora.

Iba manejando ya con la bolsa colgando del manubrio y la cabeza moviéndose de lado a lado con aire cantarín, pensando en lo contento que estaría YoungJae por el regalo comestible, cuando sintió un golpe en la parte trasera de su moto y todo se vio negro.

"Está sangrando y todavía no despierta... ¿dónde está la ambulancia?" "Pobre muchacho, ¿estará bien?" "Una cara tan bonita y lastimada..."

Despertó. Había gente a su alrededor observándolo, sus labios moviéndose en susurros y exclamaciones escandalizadas por el trágico suceso. Sin siquiera ponerse a repasar la situación, se sentó de sopetón y evaluó el escenario, sus ojos desorbitados anclándose en su moto como si fuera un hijo malherido.

—¿Quién me chocó?

Un señor le miró con cautela y apuntó detrás de él donde un chico intentaba arrancar su propia moto y huir de la escena. JaeBum se levantó, indignado.

—¿Me chocaste? ¡¿Me chocaste y planeas huir, poco hombre?! ¡Ven, ven aquí! ¡Chócame ésta! —con cada grito se acercaba más al muchacho que se veía cada vez más asustado hasta que en un ataque de pánico le propinó un puñetazo y, de nuevo, JaeBum caía en la inconsciencia.

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—¡¿JaeBum?! —entre las cosas que no se esperaba YoungJae desde que pisó el instituto, era ver a JaeBum llegar con un ojo hinchado y morado -pareciendo tener pegada una ciruela a la cara-, lo cual lanzó a sus demás amigos a la histeria, carcajeando como locos por la cómica imagen. Pero en sí, ni siquiera se esperaba conocer a alguien tan curioso que increíblemente conseguía una anécdota nueva cada día gracias a su aún inentendible personalidad, así que con eso en mente y queriendo saber qué estupidez había hecho esta vez, corrió hasta él y le sujetó delicadamente el rostro, pasando la yema de su pulgar por la maltratada zona. Podía notar como en la frente tenía una larga pero fina costra y en el mentón un raspón. El chico guardaba silencio, disfrutando el toque—. ¿Qué fue lo que pasó?

—Un feo chocó conmigo y luego me golpeó.

—Qué dices —JinYoung se adelantó entre los locos chillones para fruncirle el ceño, preocupado—. ¿Cómo?

El pelirrosa rápidamente les narró su anécdota, exagerando como sólo él podía. Más que hacerles sentir pena, sólo les hacía más gracia.

—Y bueno, le pusimos una denuncia y le cobramos muchísimo. Mamá habló con tío, que es doctor, para que dijera que me había golpeado muy fuerte; una contusión cerebral o no sé qué. Agravó todo en el diagnóstico para que nos pagaran más —su mejor amigo no sabía si reír o tomar nota. La locura era algo característico de los Im—. En fin, como mi moto no tenía matrícula, yo no llevaba casco, me faltaban unas luces y todo, nos llegaron bastantes multas que terminamos pagando con lo que cobramos de la denuncia y apenas nos quedó un poquito —su labio inferior salió en un puchero que lejos de hacerlo parecer bonito, desató la risa de YoungJae por lo ridículo que se veía haciendo eso con el ojo a reventar—. ¿Por qué te ríes de mí? ¿No deberías estar dándome besos para curarme? —protestó infantilmente.

YoungJae calló de a poco hasta que sólo quedó una amplia sonrisa de ojitos brillantes para perturbar el corazón de JaeBum. Apartando el flequillo rosa del párpado más grande que había tenido la dicha de conocer en su vida, le depositó allí un beso tan ligero como el roce de una pluma, asustándose un poco al creer que le lastimó cuando JaeBum soltó un quejido justo antes de que éste le envolviera en un abrazo que se sentía casi tan suave como el beso de YoungJae. El esponjoso suéter le traía la sensación de recostarse en las más caras sábanas de algodón y, secretamente, creyó que se le hinchaba un poco más el corazón cuando vio sus brazos cubiertos en cuero negro perdiéndose entre la tela pastel, aferrándose a la cintura de JaeBum como si fuera un peluche.

Jackson contemplaba la escena.

—Bésense o me drogo.

—Oh —el pelirrosa se mostró repentinamente interesado sin moverse de su posición—, ¿con qué te armas un porro? Yo lo hago con hojas de biblias. Son finas.

—Toda la santidad aspirada por mi boca —bromeó BamBam.

—Me fumé sus palabras —se sumó YuGyeom.

—El espíritu santo dentro de ustedes —añadió Jackson.

—Amén. 

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No lo había notado antes pero LLEGAMOS AL 1K DE VOTOS, WTF. No sé qué está pasando pero que quede claro que estoy llorando por mis exámenes, no por ustedes.

(((MUCHÍSIMAS GRACIAAAAAS AÑSLFKASÑFKISAPOFK))) Sinceramente nunca me esperé algo tan grande cuando empecé con esto. Mi idea era sólo tirar capítulos tontos para desestresarme un poco, así que llegar a esto es como qUÉ ESTÁ PASANDO, DOCTOR GARCÍA.

Por otro lado, hoy estuve viendo Mirai nikki otra vez y ¿SE IMAGINAN A UN JAEBUM ROSITA YANDERE? Lo necesito, lo deseo,,,,

  BUENO, EL PUNTO ES QUE USTEDES ME ENCANTAN Y ESPERO QUE ESTÉN TRIUNFANDO MÁS EN LA VIDA QUE YO QUE CREO QUE AYER REPROBÉ ALGO pero conseguí a alguien que me puede dar porros gratis. Perdí y triunfé. El yin y el yang.

QUE TENGAN UN BUEN DÍA.