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—Eh mira, son esos dos—
—¿Crees que están saliendo?—
—Lo dudo, ¿Un Slytherin con un Gryffindor? Imposible—

Eso era lo que más escuchaban los dos amigos cada vez que caminaban juntos por los pasillos.
Ahora, cuando tenían la ocasión, siempre estaban juntos: cuando comían, cuando estudiaban, en las horas libres...

—Hey, ahora que lo pienso, somos amigos pero no sé casi nada de ti... Por ejemplo, dime tu color favorito— dijo Albus un sábado por la tarde.
Estaban en los jardines del castillo y ya era marzo, así que se podía estar fuera tranquilamente sin chaqueta.
—¿Mi color favorito? Creo que es el gris... ¿Y el tuyo?— dijo Gellert mientras jugueteaba con un botón que encontró en el suelo.
—No tengo un color favorito, pienso que todos los colores tienen algo que les hace bellos—
Grindelwald lo miró asombrado.
—Wow, nunca nadie me ha dicho eso— dijo, riéndose.

Se quedaron más de media hora en silencio, pero era uno de esos que no eran incómodos.
Admiraron las flores que empezaban a crecer al acabar el invierno, los pájaros que cantaban encima de los árboles y el lago que brillaba más que nunca gracias al sol que estaba bajando.

—Me encanta el atardecer— confesó Grindelwald, aún con el botón en la mano
Al moreno se le ocurrió poner su mano delante de los ojos del rubio. Este, lo miró extrañado.
—¿Qué haces?— preguntó.
—No quiero que te quedes ciego—
Esa frase produjo algo inexplicable en el cuerpo del rubio.
"Se preocupa por , qué mono" pensó.
Al darse cuenta de lo que ha pensado, se sonrojó de inmediato.
—Gracias, pero no te preocupes. Llevo mirando el atardecer desde que era pequeño— dijo riéndose.

Una pequeña abeja pasó por allí, posándose en el brazo del moreno.
Dumbledore la vio, y le entró de inmediato pánico.
—QUITAMELA QUITAMELA POR FAVOR— gritó intentando no moverse para no ser picado.
Gellert lo miró asombrado, y antes de ayudarle se rió bastante de su pobre amigo.
Al intentar ahuyentarla, la abeja se enfadó a tal punto que le picó en el brazo al rubio.
—Mierda— dijo —Su aguijón ha traspasado la ropa y ahora tengo medio aguijón dentro de mi piel—
—Levantate la manga— dijo Dumbledore preocupado.
El moreno empezó a moverle la manga al rubio, cuando de repente este le apartó violentemente.
—¿Qué haces? ¡Quiero ayudarte!— dijo extrañado Dumbledore.
—No... No me subas la manga— susurró Grindelwald mientras se tapaba más el brazo.
—¿Por qué? ¿Qué tienes allí?—
—Nada... No pasa nada. Ah mira, ya se ha hecho tarde. Me voy a mi Sala Común— Grindelwald se levantó rápidamente —Adiós—

Albus lo miró alejándose, cada vez más extrañado por su comportamiento.
Al final también él decidió retirarse, cuando se dió cuenta de que había un cuaderno en el suelo.
"Es de Gellert" pensó.
Abrió el cuaderno y descubrió que estaba en lo cierto. Pertenecía a Gellert Grindelwald.
Decidió cotillear un poco.
Descubrió que ese cuaderno era de pociones, dado que estaba lleno de recetas que estudió el año pasado, pero había algo que le llamaba la atención: había un símbolo dibujado en todas partes.
El símbolo estaba formado por un triángulo con dentro un palo y un círculo.
"Ya he visto esto en algún sitio"

Un Amor Peligroso [Grindeldore]Where stories live. Discover now