Un Amor Peligroso [Grindeldore]

9

Albus se encontraba en la enfermería ya desde hace tres días.
Al parecer le detectaron un leve trauma cranico, pero aún no se sabe cómo se lo hizo.
Y desde hace tres días todos en Hogwarts estaban hablando del beso.
Nadie lograba entender lo que pasaba entre los dos chicos y, por desgracia del rubio, su lista de citas no aceptadas (compuesta el 90% de chicos) se estaba haciendo cada vez más larga.

—Hey Grin, no te molesta que te llame así, ¿no? Podríamos ir a tomarnos algo, ya sabes... Una cita—
—¡Grindelwald! ¿Quieres salir conmigo?—
—Geeelleeert, no sabía que te iban los chicos—

Grindelwald ya estaba harto de todo, pero se calmaba cada vez que iba a la enfermería para visitar a su amigo.
La zona de Albus olía demasiado a flores (varios alumnos le iban dejando cada día flores, chuches etc...), pero a Gellert no le importaba.
Le encantaba admirar su cara relajada, parecía un angel libre de preocupaciones y tenía un aura muy inocente.
Se sentó en una silla que había a lado de la cama.

—¿Cuándo te despertarás?—

Se quedó allí varios minutos, hasta que decidió irse, ya que tenía que encontrarse en la Sala Común en cinco minutos, o si no lo iban a castigar.

Caminó por los pasillos, pensativo.
"Y si se dio cuenta del beso? ¿Qué me dirá? ¿No me hablará?"
Sin darse cuenta ya estaba diciendo la contraseña para entrar en su Sala Común.
Al entrar vio que solo unos cuatro alumnos estaban despiertos y justo la persona con la que quería hablar se encontraba en ese grupito. Se fijó que estaban rodeados de pergaminos, llenos de apuntes escritos con una letra indescifrable.
"Ups, el exámen de Pociones".
Apartó rápidamente ese pensamiento de su cabeza.

Caminó seguro hacia los alumnos.
—Thomas, tengo que hablar contigo— dijo muy seriamente. Nunca había estado tan serio como en ese momento.
"Quiero matarle"
—Uuuuuh Grindelwald, ¿quieres declararte? He escuchado por allí que eres gay, ¿es así?— dijo riéndose un chico rubio con ojos verdes. En su rostro había un rastro de malicia al decir esa frase y eso sacó a Gellert de sus casillas.
—¿Eres un niño de cinco años o qué? No me puedo creer que haya alguien tan infantil como tú. ¿Es que ahora vas a ir a llorar? "Mamá, un niño me molesta... Buaaah, buaaah"— respondió imitando a un bebé llorando.
Ha sido el pero insulto que se le ocurrió.
Su rival se sonrojó un poco, probablemente de la rabia o de la vergüenza, pero eso no pareció afectarle demasiado.
Gellert no tenía ganas de pelear, así que cogió a Thomas del brazo y lo arrastró hacia un ángulo apartado de la sala.

—¿Por qué lo has hecho? ¿Es que te pasa algo? ¿Tienes algún retraso mental? ¿Eh?— dijo Gellert rojo de la rabia.
—Sólo quería divertirme— respondió Thomas riéndose.
—¿Divertirte? ¿DIVERTIRTE?— Gellert intentó calmarse para no gritar demasiado.
—Casi matas a mi... A Albus... Casi... Matas... A... Albus...—
—Casi, pero no se ha muerto. Se recuperará—
Grindelwald le lanzó una mirada asesina.
—¿Sabes qué? Me lo he pensado mejor. Tú no vas a venir conmigo a por las Reliquias de la Muerte—
—¿Y piensas vengarte así? Creo que se te olvida que solo yo y pocas personas sabemos dónde está la varita—

Mientras tanto, las últimas personas que permanecían despiertas se aburrieron de la pelea y de los deberes, así que se fueron a sus respectivos dormitorios.
Grindelwald le miró intensamente, con una sonrisa malvada en la cara.
—¿Sabes qué? Tengo una idea. No seré yo a encontrar la varita, porque serás tú a traermela, y lo harás ahora mismo. Te quiero aquí con lo que deseo antes de las clases. Que nadie se entere de lo que está pasando—
Thomas lo miró asustado.
—No serás capaz...—
—Imperio—

Holis.
Sólo quería deciros... Gracias!!! El fanfict ya tiene 500 visualizaciones y gracias a las personitas que me han escrito comentarios súper hermosos diciendo que les gusta el fanfict :'D.
Ah, y otra cosa. Para las personas que dicen que Albus era pelirrojo... Lo siento! Siempre creí que era moreno, y me da pereza cambiarlo ya que la palabra "moreno" sale varias veces... Espero que no os moleste este detalle :')